Amy Winehouse no quiso perder la tradición y volvió a mandarse un numerito, esta vez arriba de un escenario. Resulta que la morocha, que se estaba presentando en el Festival City Arena (Dubai) decidió bajarse del escenario en medio del show por tener atados de sonido.
La locateli, quien alcanzó a cantar seis temas antes de virarse, obviamente que terminó siendo pifiada por su fanaticada, que no le aguantó que los dejara pagando.
La cantante no se hizo ningún rollo con abandonar el escenario, e incluso dejó a una corista para que terminara con el show.
El diario Daily Mirror soltó que la minurri se veía aburrida mientras hacía su presentación y que sus fanáticos se fueron echando humo en contra de Amy.