Es pan de cada día ver farandulines que se juran amor eterno y luego se terminan pelando sin pudor por la tevé. Casos tenemos muchos, como el de Francoise Perrot con Edmundo Varas, Pablo Schilling con muchas, Wilma González y Arturo Longton y el reflotado ponceo entre Matilde Bonasera con Hernán Calderón Jr.
Pero, ¿por qué el afán de estos cabros de ventilar sus relaciones por tevé? ¿Por qué, como el común de los mortales, no solucionan sus problemas sentimentales entre cuatro paredes? Y es que parece que a nuestros famosos el dicho ese de que la ropa sucia se lava en casa, les hace menos ruido que la letra hache.
El sicólogo de las estrellas, Sergio Schilling, explica que esta situación se da porque estos personajes viven las vidas como verdaderos actores de teatro.
"Ellos actúan en el mundo real como si estuvieran sobre un escenario. La diferencia es que se representan a sí mismos y lo hacen porque necesitan captar la atención del público", sostuvo el profesional. La doctora Cordero también les sacó el rollo: "Hay personas que se sientan al lado de uno o toman un poquito más y se ponen a contar sus tragedias. Hay mucha gente que, mediante el contar sus intimidades, no sólo pretende ser tomada en cuenta, sino que además pretende escuchar y obtener un consejo. Piden ayuda sin querer pedirla, y que es natural", dice ella.
Sobre el porqué usar sus relaciones amorosas para aparecer en pantalla, Schilling explica el fenómeno: "Los famosos son una especie de héroes posmodernos, pero a la gente le gusta ver que sus héroes son vulnerables, que sufren y que tienen problemas. Y ellos le dan eso al público, los que, al verlos mal, empatizan con ellos".
Para la ex “Indomable” cuando “el sufrimiento pasa a ser parte de su trabajo eso es muy terrible, eso se llama miseria humana y es patológico. Pero eso de ir a mostrar ciertos temas es la autoflagelación y autohumillación”.
Sobre el afán de tener la atención del público a toda costa, el sicólogo cacha que los "rostros" tienen egos muy altos, necesitan estar siendo continuamente adulados y reconocidos. Además "buscan trascender en el tiempo". De yapa el capo entregó un dato demoledor: "Sólo cuando dejan la farándula abandonan el personaje, y en ese momento pueden ser ellos y construir relaciones sanas".