Una coincidencia no menor tiene Ángel Parra y su guitarra Guild modelo Starfire con la que aparece en la foto, porque músico e instrumento nacieron allá por el año 1966.
Y como ambos tienen 46 años en este mundo, el músico también sumó otro aniversario para festejar con los amigos: la celebración de los 20 años de su proyecto regalón, Ángel Parra Trío.
Tamaña fiestoca será el viernes 13 de julio en el pirulo Club Amanda, donde el también guitarrista de Los Tres tocará junto a su eterno compañero Titae Lindl en el bajo, Andy Baeza en batería, Julián Peña en las voces, y Kataix en los teclados.
Con una infancia en la que sus papis escuchaban la música de su abuela Violeta Parra, a The Beatles y el blues y la música experimental de la época psicodélica, Ángel creció en medio de puro ritmo.
Cuando pasaba por la edad del pavo se empezó a maravillar con el jazz. "Eso fue cuando veraneaba en Isla Negra, donde pude conocer al músico José Hosiasson y a sus hijos Enrique y Felipe, que tocaban jazz con batería y piano. Eso me influyó mucho, así como los casetes que tenían de Chick Corea y John McLaughlin", explicó el chicuelo.
Pasaron los años y el cabro se fue a estudiar a París y Los Angeles. De vuelta en Chile tocó en el grupo de jazz experimental Cometa, y grabó con artistas tan diversos como De Kiruza y Cecilia Echenique. "De ahí conocí al Álvaro Henríquez de Los Tres, quien me presentó al Titae y al Pancho Molina (batería), y mientras Los Tres ya hacían su carrera, yo pude sacar el primer disco de Ángel Parra Trío, que mezcló jazz rock, cosas acústicas y harta improvisación, siempre mirando la música antigua", recordó.
A la fecha ya han grabado 11 discos, siendo el más exitoso el doble en vivo "La hora feliz", con el temazo "No puedo quitar mis ojos de ti", que hasta los hizo ganar disco de oro.
- Cosa rara para un grupo de jazz...
- Fue un disco de oro, pero ahora no está disponible, no cuenten con él. Todos estos discos no están en ningún lado, las compañías de discos están tan cagadas que los discos no están en ningún lado, ni siquiera de Los Tres.
- ¿Cómo crees que se pueda solucionar eso?
- Es un poco lo que se merecen los sellos también. La industria va para liberar el uso de la música, para descargarla, y eso será así. Los sellos ganaron mucho, ahora están obligados a trabajar más y ganar menos.
- Sobre todo pa'l jazz...
- Es complicado. Creo que hay un talento enorme en este momento, gente como Sebastián Jordan, Eduardo Peña, Lautaro Quevedo; compositores buenos y siento que lo único que les falta es no mirar tanto para allá sino para acá, no tomarse tanto a la liviana cosas como las que hizo Óscar Arriagada y el Tío Valentín, y también el legado de Violeta Parra.