Que no existe nada más cobarde que cascarle a una mujer, es una afirmación que ocupa a cada rato la ultra rica Angélica Castro.
Es que de tanto viaje entre Chile y Gringolandia, la ricura con yapa le ha podido sacar la foto a la realidad latinoamericana, comprobando que en todas partes se cuecen habas y que en la mayoría de los países no falta el gil que decide resolver sus problemas emocionales a golpes. No por nada las estadísticas dicen que una de cada 3 mujeres es víctima de violencia doméstica, y que cada año 10 millones de niños son testigos de esas mochas.
Por lo mismo, hace pocas semanas la pierna suave del actor Cristián de la Fuente se convirtió en la flamante embajadora de la campaña "Alza la voz", que organiza Unifem Cono Sur y cuyo objetivo es brindar herramientas para evitar ese tipo de flagelos.
En franca charla, la actriz y diseñadora le contó a La Cuarta Espectacular que "la agresión más dura no es la física. La más dura es la emocional, la psicológica. Siempre me pregunto cómo alguien es capaz de dañar al ser humano para toda la vida".
Aprovechando el fin de semana santo para tomarse unas breves vacaciones en Vichuquén junto a su marido y su hija Laura, la ex animadora de Más Música confesó: "Con mi trabajo en 'Alza la voz' me di cuenta de que existen mujeres que deben hacerse cargo de miles de cosas en sus casas, y que más encima son agredidas por sus parejas. Hay que romper el círculo, atrevernos a denunciar. A la mujer se le tiene que respetar sólo por el hecho de ser mujer".
Aunque la minurri también entiende que muchas veces los abusos vienen de la mano con una fémina que muere en la rueda. "Lo más importante de todo es que la mujer se haga respetar", sentenció.
En esa onda, la minurri no se queda en puras palabras e incluso se ha preocupado de aprender artes marciales, disciplina que no sólo le ha enseñado a defenderse, sino que además la tiene muy feliz porque le permite salir a la calle sin miedo a que le choreen la Vuitton.
"La practico los lunes y los jueves. Ahora pasé a cinturón azul y ya pasé por el blanco, amarillo, naranjo, morado y verde", comentó.
"Es más de autodefensa que de ataque, lo que hago tiene mucho de mezcla con el tai chi y además hago aikido y taekwondo. Esto es un arte en el que debes estar súper concentrado, porque son 25 movimientos a seguir. Por suerte aún no he tenido que pegarle a alguien para defenderme".
- ¿Puedes romper ladrillos o rocas?
- No, pero sí he roto ladrillos de madera con el pie y otros con la mano.
- ¡Qué dolor!, ¿No te has fracturado?
- He quedado con el dedo casi esguinzado tratando de hacer esos exámenes y no hay dolor, porque la mente controla los dolores.
- ¿La dura que los destruyes solita?
- Sí, o si no no pasas los exámenes y no subes de categoría.
- Tu pierno te debe tener ene susto...
- Cristián también practica artes marciales, de hecho, yo lo metí a clases. Al principio no quería, pero fue a la primera clase y le fascinó.
- ¿Y como pareja no tienen otra actividad más relax allá en California?
- Vamos por lo menos unas cuatro veces al cine, nos gusta ver la cartelera completa. También nos gusta salir dos veces a la semana, pero solos, como si fuéramos pololos, ahhh...