Angélica dejó todo botado y se viró a Yungay

Choreada como ella sola, Angélica Sepúlveda se restó de la gran final de Mundos Opuestos, agarró sus cosas desde el hotel y partió al sur junto a su familia.

En la semifinal, donde se enfrentó a Vivi Flores, la crespa hizo gala de su actitud polémica de siempre, y cuando faltaba la última vuelta a la prueba, la magíster en realities vio que su contendora le sacó una amplia ventaja y se detuvo en plena competencia.

La crespa cantinfleó una explicación sobre su renuncia que de seguro no entendió ni su familia.

“Lo que piense el público en su casa no me importa nada”, se depachó la chiquilla, quien reconoció que “me voy con un trago amargo y desilusionada. La vida continúa y la mía sigue igual que siempre”.

En todo caso la barra no le compra la parada de choronga, y en la gran final de anoche realizada en el gimnasio Chimkowe de Peñalolén, fue la más pifiada, cada vez que era nombrada por los animadores Sergio Lagos y Karla Constant.

Obviamente, Angélica no asomó ningún rulo en el recinto donde era una de las invitadas.

Cabe recordar que en los días anteriores a la final, en su Facebook personal, la hermana de Angélica deslizó que la chiquilla no quería más porque el reality le parecía más arreglado que un navegado en La Piojera.

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