El cansancio, las ojeras y la carita extremadamente pálida que mostró Angelina Jolie durante su última aparición pública, en Turquía, prendieron las alertas y llevaron a su pareja, Brad Pitt, a consultar a un especialista respecto del estado de salud de la actriz.
Y aunque el rucio sabe desde hace años que Angelina padece hepatitis C, el médico le confirmó que la muñeca necesita un trasplante de hígado.
Esto, porque el suyo no funciona bien, lo que le provoca continuos dolores de cabeza y hace que se sienta con poca energía.
En 2005 la Jolie fue diagnosticada con hepatitis C, una enfermedad que se transmite a través de la sangre, ya sea por relaciones sexuales, tatuajes, transfusiones o uso de jeringas para inyectarse drogas.
"Un hígado dañado, además de cansancio, dolor y pigmentar los ojos de amarillo, puede derivar en cáncer", le dijo el doctor Julian Schulze a la revista In Touch.
