Si hay una cosa que las minocas del mundo envidian de Angelina Jolie es su delgada facha, la que -ojo- está a punto de quedar como un recuerdo.
Resulta que a la actriz de gruesos labios le dio por querer verse más rellenita, desde que decidió formalizar ante la ley su relación de más de siete años con Brad Pitt. El casorio está anunciado para el verano que viene.
Una mañana después a la pedida de casorio, Angelina se miró en su espejo regalón y éste le dijo que por más sex symbol que la crean, le faltaban a lo menos sus dos parrilladas con chunchules y pan amasado con harto pebre para que su cuerpo se vea perfecto adentro de su vestido de novia.
La estrella de Hollywood hizo caso al toque, como será que ya informó a sus amigotes que está dispuesta a engordar mínimo cuatro kilos con tal de no parecerse a una tabla con vuelos.
Pero no crea que la chiquilla se anda enguatando con cualquier comistrajo. Para no irse al chancho ni terminar como globo, le pidió a un chef top, el inglés Jamie Oliver, que se paleteara con un listado de recetas de manyete destinados a aumentar sus perniles, pero sanamente. “Angelina nunca cocina, así que Brad le ha estado preparando algunos platos ingleses como pastel de carne y puré de patatas con salchichas”, declaró un sapiola al periódico british Daily Star.
El nuevo menú de la Jolie tiene feliz a Pitt, porque siempre ha dicho que prefiere a su minoca con harta curva y no tan flacucha.