Antonella: "Mis pechos siempre han tenido vida propia"

Antonella Ríos tras la Vedetón volvió a imponerse como sex symbol, deseo oculto y culpable de los machotes. Y junto a ella destacaron dos señoritas, que adquirieron vida propia y a las que llama Cagney y Lacey. Hablamos, por siaca, de sus pechugas.

Es que con el baile que se mandó la madrugada de las 27 Horas de Amor además de dejar en el pasado, casi en el olvido, el sandungueo con espuma de “Los Debutantes”, grabó a fuego en el inconsciente colectivo su bien delineada y sostenida delantera, en especial esos adornos rojos que estaban muy bien ubicados.

- ¿Por qué ese nombre para tus lolas?

- Una ex pareja les puso nombre, él me preguntaba cómo estaban esas grandes reporteras, detectives, eran como inspectoras, no sé si la gente se acuerda, pero la daban en Canal 13.

- Ya, pero ¿ese fue el bautizo?

- Las seguí denominando así, es para jugar no es que ande toda la vida diciéndoles Cagney y Lacey, pero ellas adquieren su protagonismo. Es para reírse, pero efectivamente las bautizaron así.

- ¿Y la señoritas que la acompañan, se parecen a las de la tele?

- Sí, son curiosas, están informadas, son astutas están siempre alertas ante cualquier acción en contra.

- ¿Y entre ellas se asimilan?

- Cagney, que es la izquierda, es más reservada y Lacey es más jovial, más expresiva. Ella está más en contacto con la gente.

- ¡Mish! Tienen vida propia...

- Mis pechugas siempre han tenido vida propia, pero ahora tienen un poco más de protagonismo.

- ¿Pero no se separan?

- En general andan juntas para todos lados.

- Si tuvieras que elegir una, ¿cuál sería?

- A mí Cagney siempre me ha tirado más, como que le tengo más cariño, es más gordita, porque está cerca del corazón, Lacey es un poquito más pizpireta, más rebelde, muy independiente, yo la dejo no más que haga lo que quiera.

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