NUEVA YORK.- Un bombero retirado fue apañado por hacer graffitis en un bloque de departamentos ubicado frente al palacio de Madonna en Manhattan. El orate pedía que la cantante le concediera una cita.
Cuando llegó la policía, Roberto Linhart, quien estaba "armado" con un picahielos, se resistió al arresto y juró que no se detendría hasta que conociera personalmente a la reina del pop.
"Voy a volver allí a hacerlo otra vez", dijo el ex bombero a los agentes. El sociate fue definido por el Tribunal Criminal de Manhattan como un "peligro público", por lo que se decretó una fianza de 20.000 dólares, el doble de lo que había pedido la Fiscalía.
La abogada del orate dijo que "no es un crimen adorar a Madonna y si lo fuera, los tribunales estarían mucho más llenos". Añadió que "no hay pruebas que lleven a pensar que iba a usar el punzón para cortar el hielo de una forma criminal".