"Si el norte fuera el sur", "cómo deshacerme de ti si no te tengo"... Estos son algunos de los tantos incomprendidos versos de Ricardo Arjona, que tiene a varios cristianos chatos y ganosos de funarlo en mala.
Con esa mentalidad odiosa y, sí chiquillas, entera de envidiosa por la poesía al pum del guatemalteco cebollero que viene a Chile en abril (se presenta el 19, 20, 21 y 22), le han dado duro esta semana por las redes copuchentas de internet. Primero salió que llegó a México de gira, el martes, y altiro trajo un terremoto, igualito como cuando vino pa'l Festival de Viña 2010 y sacó sacudón, más tsunami.
Para seguir con la leserita en su contra, ayer los picotas tiraron al ciberespacio una "noticia" confirmando que sus canciones al derecho y no al verre como los casetes de la Xuxa, eran producto del coleflecha.
En la web se paseó el titular que dejó plop a sus seguidoras: "Irán castiga con pena de muerte... ¡El escuchar música de Arjona!". La nota explicaba que un fulano de nombre Ibrahim Al-Mashawha, asistente personal del presidente de allá, había desembuchado que a quien pillaran "escuchando melodías satánicas o de Ricardo Arjona", iba a sufrir las penas del infierno y con tres alternativas a elección: "Colgado frente al pueblo", "ahogado en un chapoteadero para niños" o "apedreado lentamente, con una piedra al día".