Con 40 minutos de retraso se inició anoche la presentación del cantante guatemalteco Ricardo Arjona, que en cualquier momento puede sacar la nacionalidad chilena de tantas veces que se ha repetido el plato en el país.
Y parece que eso mismo influyó para que sólo unas 10 mil personas llegaran hasta el Movistar Arena, con el fin de escuchar el primer de cuatro conciertos del poeta "de las cosas simples".
A pesar que la cosa no estuvo repleta, el público en su mayoría femenino se rindió por enésima vez ante las mismas canciones de siempre del artista, que abrió los fuegos con Lo que está bien está mal.
Luego de un par de éxitos calados el ídolo saludó a la barra con su pachorra y verso que lo ha hecho conocido en Latinoamérica.
"Santiago, buenas noches, estamos para lo que ustedes quieran y si no les gusta también nos dicen", soltó el hombrón que mide como dos metros de alto y que no dijo ni pío sobre su mufa con los temblores en nuestro país.
Allí fue cuando el solista tiró a la parrilla su hit Desnuda, con el cual el recinto casi se vino abajo.
Lo chori es que el astro se trajo un escenario giratorio con cuatro tipos de montajes, los cuales fue moviendo en la medida del espectáculo.
Al final, el cantautor subió como siempre a una mujer al escenario para cantarle al oído Señora de las cuatro décadas y después cerró su show luego de más de 2 horas, con Mujeres, canción con la cual las chiquillas se fueron pagadas del Parque O'Higgins.