Hasta las parabólicas de Marte se pararon cuando se supo que Aroldo Miveco, el amor-bora de Tanza Varela, venía de visita a la selva de esmog.
El programa Primer Plano lo trajo como invitado VIP el viernes pasado, sin presagiar que ayer quedaría la mansaca con la tribu y el reality. El sábado Aroldo regresó de una patá a Iquitos y desde entonces, el galán no había dicho ni pío sobre su participación en el cocido, tampoco del tour que le dieron por la capital donde cuelgan puras lianas de plástico.
Aquella vez La Cuarta le siguió la pista. Una paciente reportera pop vio cómo el sex symbol de Boralandia miraba con susto las calles mundanas y casi güitreó arriba del Barco Pirata. Como buena samaritana, ella lo apapachó como a un minino. Aparte, le prometieron ir a la nieve y nunca fue.
De noche, el moreno fue al estelar farandulero y se rió harto poco con las tallas de la Fran y sus boys. Más encima se recantó de frío al salir vestido, mejor dicho, desvestido a la usanza de su etnia. En fin, con el resumen ya hecho, ahora vamos a lo nuevo, miren que Miveco será bora, pero no leso.
“No me gustó que me escondieran en el hotel y que me sacaran a las 3 de la mañana a la discoteque... La persona que estuvo cuidándome no me gustó”, mandó a decir textual, así de sentido, sobre su pasada por estas tierras. Es que para qué estamos con mulas, si además de no cachar una de la tele chilensis, el cabro nunca entendió por qué lo miraban como a una especie en extinción.
