Jorge González anoche hizo un recital en el Teatro Municipal de Santiago, donde cantó sus temas más conocidos del álbum "Corazones".
A la cita, donde todos fueron bien empaquetados y vestidos como gente bien, asistió su gran admiradora y cantante, Javiera Mena, quien chachareó que "es el artista que más admiro a nivel mundial, por la fuerza de sus letras y por su hermosa voz. Él influenció mucho mi música". Hasta ahí, todo bien.
Luego de tocar su tema "Corazones rojos", donde todos se pararon de sus asientos y sandunguearon de lo lindo, el ex prisionero le habló a la fanaticada: "Dedico este recital a todos los ancestros, lo digo por lo que hicieron los milicos, al dejarnos con detenidos desaparecidos, nos separaron de nuestros antepasados". ¡Chán!
Pero no todo podía ser perfecto. Al terminar el tema "El baile de los que sobran" y mientras la galucha ardía, González vio que su micrófono no funcionaba y se despidió con la mano. En ese momento quedó la patá en el teatro, todos pifiaron, pero el divo nunca más volvió