Iván Zamorano y la ahora morena María Alberó estaban chachareando en Fiebre de Viña, cuando miraron a una terraza del Sheraton Miramar y ahí estaba su gran amigo Alejandro Sanz.
El español, con una sonrisa de oreja a oreja, le hizo señas a "Bam Bam" como tecleando en un teléfono celular. Altiro se entendía que le mandara un mensaje, entrara a alguna red social o le mandara vía mensaje de texto su número pin para que pudieran chatear por sus bacanes celulares.
Zamorano, por contraparte, le aleteaba para que bajara al estudio. Él no quiso y le insistía con el temita de la comunicación por la web vía celulítico.
En ese lenguaje se lo pasaron cerca de 5 minutos, mientras Yuri, Fran y María Alberó sapeaban la performance y se reían a todo chancho por cómo se conectaban los amigotes.