Barrientos y Zalazar dijeron nica a un arreglo por la buena

Cambiando los escenarios bien califas en los que desfilan las modelos por las seriotas salas del Centro de Justicia estuvieron ayer Adriana Barrientos y Romina Zalazar, quienes llegaron hasta dicho lugar para tener una audiencia por la querella que le colocó la bife chorizo a la puntarenense por injurias y calumnias.

Como bien recordará la barra, tamaña querella se la chantó Romina, luego del episodio del supuesto robo de un bikini en el Club Diosas, hecho que habría desencadenado que Adriana la tratara de "ladrona", en el  "SQP".

Y por un apetitoso bikini, ayer se dejaron caer en el Centro de Justicia las dos modelos, siendo Adriana la primera en llegar, quien se apareció tipín 12.30 acompañada de su deliciosa amigui Belén Hidalgo, que también se robó todas las miradas de los letrados y califas presentes. "Vine muy bien acompañada de mi enfermera Belén, por si veo a Romina y me desmayo", dijo echando la talla la pechocha maniquí chilena.

Cerquita de las 13 horas llegó Romina acompañada de Kathy Drouillas, la "Go go dancer". "Quiero que caigan todos los culpables uno por uno", declaró la che.

ROUND

Cuando el cucú dio las 13 horas, la audiencia partió con la presencia de las cochitas, sus respectivos abogados, el juez de la causa y los ágiles de la prensa.

Entrando en materia, uno de los primeros puntos que tocó la dupla defensora de Adriana, compuesta por los letrados Juan Pablo Sánchez y Francisco Mariani, fue  arreglar el embrollo acudiendo a la conciliación entre ambas partes, cosa que no llegó a puerto.

ARGUMENTOS

Avanzando con la cosa judicial, la gente de Adriana pidió que se declarara incompetente el tribunal porque la entrevista a ella fue realizada en el departamento de la ricura, ubicado en la comuna de Las Condes. Este ítem también fue rechazado por el juez a cargo.

A la salida, el letrado Homero Caldera tomó la voz, ya que su representada Romina Zalazar optó por quedarse mutis: "Nosotros quisimos suspender esta audiencia para llegar a un acuerdo, pero la parte querellada se negó desde todo punto de vista".

Además, la parte querellante pide presidio menor en su grado de 3 años y un día, más una multa de 20 unidades tributarias mensuales.

Alberto Brieba L.

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