Bautizo triple en Calera de tango

En una ceremonia de carácter familiar y sin grandes rostrillos faranduleros, María José López y el pelotero Luis "Mago" Jiménez bautizaron, en la localidad de Calera de Tango, a sus pitufinas Raffaella, Rebecca e Isidora.

El convite religioso se llevó a cabo en la Capilla Santa Filomena, recinto donde llegaron los más cercanos a la pareja.

Los primeros en hacerse presentes fueron los padres de la rucia, quien con una sonrisa de paila a paila y vestidos de gala entraron al lugar sin parlar ni media palabra con la prensa.

Sin embargo, la presencia de la modelo y del futbolista no se dejó esperar.

Cerca del mediodía ambos arribaron con las peques en los brazos. "Estoy bien, feliz. Gracias por venir", señaló escuetamente la Coté, mientras que su peor es na' no dijo ni pío.

POCAS PALABRAS

Una vez finalizada la ceremonia, los flamantes padres salieron del recinto donde aprovecharon de posar con los asistentes. "¡Se ven tan bonitos de blanco junto a las niñitas! Estoy feliz, me llegaron cuatro bisnietos de un viaje", aseguraba orgullosa María Francisca, bisabuela de la Coté.

Un poco más tranquila María Elena Merino (mamá de María José) aseguró que no imaginó una ceremonia con amigos que viajaron directamente desde Italia para la ocasión. "Me siento feliz. Ha sido una fiesta súper íntima, familiar. La Coté estaba emocionada mientras el cura hablaba. Siento que como padres, ambos son excelentes", dijo.

Por otro litro, el blanco y radiante padre aseguró que el bautizo de sus trillizas ha sido el día más especial en su vida. "Estoy contento, este evento es muy importante para mis hijas", dijo mientras se dirigía a celebrar en La Casona Barrancón de Lonquén.

PAME DÍAZ DESPISTADA

"Me perdí pero llegué que es lo importante. Gracias a Andrés Baile conocí toda la autopista. Es muy bonito el lugar que eligieron para celebrar el bautizo, además se ven preciosos los futuros novios y exquisitas las niñitas. Cuando hay una amistad, uno tiene que estar en los momentos especiales", aseguró la Fiera.

ANDRÉS BAILE LLEGÓ TARDE A LA CEREMONIA

"Llegamos tarde por que estábamos perdidos. Teníamos la intención de llegar a tiempo pero nos pasamos de la capilla. Estoy asombrado con el lugar que eligieron para realizar la fiesta. Tiene canchas, piscina y entretenciones para los chicos. Hasta traigo el traje de baño por si acaso, dijo el dolape.

Agregó que "es un evento súper familiar, así que hemos podido compartir como buenos amigos".

Por último, confesó que era primera vez que veía a las bautizadas: "Las encuentro súper bonitas".

"HICIMOS LOS PREPARATIVOS DESDE ITALIA"

Una vez terminada la ceremonia religiosa, la familia Jiménez López y sus invitados se dirigieron en pleno a Lonquén, lugar donde el mastique y el bailoteo se llevó a cabo en el Centro de Eventos La Casona Barrancón.

"Hicimos los preparativos desde Italia. A través de Internet elegimos el centro de evento y la capilla, así que ni siquiera sabíamos dónde quedaba", aseguró la mamurri, quien a esa hora se había cambiado su vestimenta por un corto y ajustado traje blanco.

En el lugar, los padres de Rebecca, Raffaella e Isidora agradecieron con un brindis la asistencia de los 155 invitados, gritando a los cuatro vientos lo felices que se encontraban por tan simbólico evento. "Gracias por estar acompañándonos con las niñitas. Algunos no alcanzaron a llegar a la iglesia, pero ahora están acá. Muchas gracias y... ¡Salud!", comentó enérgico el Mago, palabras que fueron rematados por un "gracias a todos por venir" de la Coté.

A eso de las 4 de la tarde y cuando el car'egallo hacía de las suyas, varios le hicieron el quite al calor con la piscina. Incluso los más pelusones tiraron a Jiménez con traje blanco al agua. "¡Me cagaron!", dijo muerto de la risa.

MENÚ DEL DÍA

Para que nadie saliera pelando, los padres de las pitufinas mandaron a preparar lo mejorcito para los más quisquillosos paladares.

"A los invitados los recibimos con brochetas de frutas de la estación y para picar ostiones y camarones. De entrada tenían cebiche peruano. Como plato de fondo, puré con nueces acompañado de medallón de filete con salsa de camarón. Y de postre, suspiro limeño, leche asada y mousse de fruta", confidenció Claudia Cano, encargada de la banquetería.

Incluso contó que las tortas de las niñas fueron hechas de manera personalizada. "La torta de Isidora tenía una niñita bajándose de la cama; la de Rebecca, una niñita con su ajuar y la de Rafaella, una niñita sentada con dos angelitos", parló

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