Eli Minotta lleva tres meses viviendo en Chile. La actriz cafetera nunca había venido y jura que aunque ha tenido un par de atados, "la experiencia ha sido muy bella".
"La experiencia ha sido sorprendente, me han tratado muy bien", dijo la chiquilla que protagoniza la nueva vespertina de TVN, "La Colombiana", pomada que se encuentra en pleno proceso de grabación.
- ¿La han tratado bien acá?
- Casi siempre muy bien.
- ¿Por qué "casi"?
- Una vez me dijeron culombiana en la calle y en otra oportunidad me escucharon el acento, y ya no me atendieron tan bien en un local donde compraba. Pero a la final no me lo tomo personal, simplemente porque no sé con qué intención me hicieron eso.
- ¿Les respondes?
- Con mi humor negro le dije que 'mi país se llama Colombia y no Culombia, a lo mejor tú no sabes esto', pero ya pasó y seguí adelante con mi vida.
- Justo se toca el tema de la discriminación en la teleserie...
- Por supuesto que se toca. Lo que más recojo es que hay muchas cosas que le pasan a mi personaje que a mí también me están pasando.
- ¿Como qué?
- Es un poco complicado estar fuera de tu país, de tu familia. De la comida que regularmente comes, del clima que no sabes cómo va a estar. La manera de comunicarme. La jerga, la manera de organizar las frases, que son muy tradicionales en mi país, acá son distintas. Me ha costado entender algunos modismos, pero me gusta estar acá.
Ya se peina con los dichos chilenos
- ¿Te gustan nuestros modismos?
- Mira, me parece que la expresión "encuentro que", me parece 'la raja', como dicen ustedes, es como elegante. Admiro la pasividad que tienen al hablar, de repente hay un tono más bajo de la voz, unas pausas muy ricas.
- ¿Te molesta que acá se piense siempre en las colombianas como bombas sexies?
- Todas las mujeres, y todos los hombres, tenemos derecho a la sensualidad, y no estoy de acuerdo con el prejucio que hay respecto a eso sólo por ser colombianas. Si bien parecemos que somos muy sensuales, tiene que ver con una cosa más cultural, es parte de nuestro lenguaje físico. Quizás nos vemos coquetas, pero eso es la tradición allá, tantos hombres como mujeres somos así, eso se llama hospitalidad. Bueno, y la gracia al caminar es algo cultural.