La Fiera alguna vez rejuró que se metía a Pareja Perfecta a puro mirar sin pellizcar, pero esa promesa virginal la enterró hace cualquier rato.
Su coqueteo con el che Esteban Morais fue subiendo en temperatura, al cabo que en estos momentos la casona de Pirque tiene puro aroma a nidito de amor. Pame y el apodado “Bam Bam” volvieron a pecar con sus boquitas golosas. Es que pa’ qué estamos con chamullo, si desde que se dieron el primer calugazo les quedó gustando la incursión y se vivían estirando la boquita como tiernos caballitos de mar.
Pero la recaída de la Díaz en los labios de Morais no fue llegar y llevar, ah. Al trasandino pintoso le costó sus buenos minutos domarla. Primero la abrazó completa, de ahí se hizo el lindo, le metió verso, miró a los ojos y, tate, en un descuido le atracó el bote hasta las amígdalas.
Rodrigo Wainraihgt, ex de la susodicha, no se demoró ni un pum en saber de la escena romántica. El abogado masticó como pudo la novedad y se transformó en un mostro de dos patas. Enxuxado como él solo, herido como un macho perdedor, se metió el orgullo donde mismo y partió a pedirle explicaciones a doña Flor.
Quienes pudieron ver de cerca la pataleta, sin edición para la tele, soplaron a La Cuarta que Rodri estaba enajenado de celos y tenía puras ganas de foquearla por andar repartiendo ósculos a otro gallo. La peruana Angie Jibaja, a su vez, le hizo su propio show al galán, entera de envenada por seguir a la rastra de la opinóloga.
Pa’ más enxuxá y depre del sociate, su esquiva doncella eligió al bife de pareja y, por ende, dormirán juntitos.