Que meditó, que se perdió, que estaba en otra... ¡nada! Anoche en "Primer Plano", Eduardo Guillermo Bonvallet confesó que la extraña desaparición que le afectó el lunes pasado no fue causa de la meditación ni de los ovnis, sino que de un carrete al límite en una casa, o en este caso departamento, de remolienda.
"El día lunes, después del programa, me fui al Liguria de Pedro de Valdivia con tres compañeros", comenzó a relatar el Gurú, agregando que "cuando se les acabó la plata partí al Liguria de Manuel Montt solo". El Bonva explicó que al momento de llegar a su segundo brillo llevaba dos vodkas en el cuerpo y que de puro amistoso se acercó a dos chiquillas con las cuales conversó sin compromiso, a tal punto que ni siquiera le permitieron pagarle la cuenta.
Cachándolo botella, continuó Bonvallet, "se me acercó un tipo que me dijo que era productor argentino, y otra que persona, que yo no los conozco, y me dijeron 'vámonos a un departamento'". Él, obediente como nunca, los acompañó. Hasta ese momento, el comentarista sólo asumió haberse tomado un tercer vodka.
"En el departamento, por supuesto, que habían niñas y alcohol", reconoció Eduardito, en primera instancia identificando a las chiquillas como "amigas" de los desconocidos, pero luego, más en la franca, tachándolas de "prostitutas". Según el ex deportista, optó por irse de tarro ya que él siempre le enseñó a los niños "a no faltar a la verdad".
"Me di cuenta inmediatamente de todo", complementó Bonvallet, asumiendo que "es súper difícil contar esto porque yo soy casado, tengo cuatro hijos".
POLÉMICA
El Gurú explicó que con sus acciones "causó un pánico en mi familia a las ocho de la mañana", lo que terminó provocando una reacción en cadena que incluso lo hizo figurar como un secuestrado. "Se preocuparon porque soy un hombre de casa", filosofó el pelotero antes de asumir que en la única ocasión en que alcanzaron a hablar con él, cortó porque le dio pánico.
"Tomé mucho, tomé 2.5 de alcohol... como un niño me fui a la casa de mi madre", narró sobre las horas que siguieron y en las cuales no prendió más su celulítico.
el reto. Tras volver al planeta, el Bonva contó que se fue derechito a la clínica por orden de un médico que lo revisó en su mismísima cama nido. El cabro pasó unos días internado, y al salir se fue derechito a una parroquia para confesarse. Según narró, el curita le recomendó contarle todo el carretongo a su mujer.
Obediente, una vez más, Eduardo Guillermo se fue de cassette lo que provocó que su pierna suave, hasta ayer por la noche, no le dirigiera ni media palabra. "Es muy dificil que me perdone, me duele haber causado un dolor tan grande", remató.
Pero no estaba todo dicho, ya que tras contar toíta su historia, el Gurú descartó haber hecho la cochiná con las protis durante el vacilón. "En el estado estílico en que me encontraba, no puedes tener relaciones sexuales", expuso con su mejor car'e verdad.
Finalmente el perico le pidió disculpas a todos quienes resultaron afectados por su escapadita. "Fui un cobarde por espacio de 10 horas (duración del brillo todo vale)", remachó.
Jorge Ruz Arias