Con un show parejito, lleno de canciones antiguas y otras más nuevitas, es decir, con lo justo, Miguel Bosé, por séptima vez en su life, brilló anoche en la Quinta Vergara. Y el Monstruo viñamarino, especialmente las féminas, al ver las contorciones del galancete, no dudaron en entregarle las preciadas Antorcha de Plata y de Oro, esta última con ayudita de Tonka Tomicic.
"Gracias por estos 30 años de carrera. Esto que hemos construido es tan nuestro como mío", verseó el petazeta emocionado por tanto cariño de la barra que coreó toditos sus temones y lo obligó a volver dos veces al plató: "Sereno", "Duende", "Capitán Trueno", "Bambú", fueron los primeros hits con los que hizo entrar en calor al respetable. Luego, paró las revoluciones interpretando parte de su repertorio más romanticón: "Te amaré", "Si tú no vuelves", entre otras. Fueron 90 minutos en los que se movió, le puso ñeque, pero que la voz y el ánimo no lo acompañó.
POCO TIEMPO
Una vez abajo del escenario, chocho por el recibimiento, parló con la prensa. Con respecto a las dos antorchas verseó: "Es el máximo que la gente me puede dar. Es fantástico". Luego añadió con nostalgia que "me gustaba la Quinta de antes que era más mágica, cuando la gente quemaba periódicos y el olor se confundía con los eucaliptus del sector".
A OTRA COSA MARIPOSA
A propo de los rumores de que se va a virar de la onda artística, Miguelito dejó las cosas claras: "No me voy de la música. Dije al principio de este tour que después me dedicaría a otras cosas como dirigir, cine, literatura, pero seguiré con ustedes", aclaró.