En su nueva gira por Gringolandia, Britney Spears tiene un propósito entre ceja y ceja: Está muy preocupada de no volver a tener la pancita con flotadores por la que la criticaron hace unos años.
Por eso pidió expresamente que sacaran toda la comida chatarra de su alrededor. Los alimentos desechados son: Las pizzas, galletas, helados, cerveza y los ricos completitos tamaño gigante y con harto chucrut.
"La cantante le dio estrictas instrucciones a los encargados de los catering (el menú) que no preparen ninguna comida en la onda porquería, porque ella no lo permitirá", publicó el copuchento diario inglés The Sun.
También le tendrán a la chicuela un mini gimnasio para que deje lo mejor de sí en cada show de la gira, que parte este 16 de junio en la ciudad gringa de Sacramento.
Por otro patache, la Princesa del Pop reclutó a varios coreógrafos de Michael Jackson para que la ayuden a recrear las rutinas del finado astro. Y para asimilar el espíritu del Rey del Pop, la rubia le pidió a sus suches que toquen las canciones de Jackson todo el día en sus camerinos.