Al escribir en Google Brooklyn Decker son más de 20 millones las páginas que la mencionan. Es popularidad a toda prueba, la que se concretó el 2010 con su portada en la revista Sports Illustrated para después, el mismo año, ganar el premio Esquire a la Mujer Viva más Sexy.
Pero la ricura, de infartantes medidas anatómicas, 86-62-89 centímetros, apareció en la cinta Just go with It, donde compartió roles con Adam Sandler, Jennifer Aniston y Nicole Kidman.
Y ahora, desde el 10 de mayo, podremos gozar viéndola en Batalla Naval, donde será Samantha Shane, una fisioterapeuta y novia de Alex Hopper, interpretado por Taylor Kitsch, quien la lleva en el papel de héroe en la embarcación USS John Paul Jones.
El filme, dirigido por Peter Berg, está inspirado en el popular juego del mismo nombre, ese donde se van hundiendo los barcos del contrincante, pero ahora el enemigo a vencer son alienígenas. Pa' convencerse échele un vistazo a los tres tráileres en La Butaca Pop.
- ¿Qué opinas de la ciencia ficción?
- Es interesante ver cómo estas películas siempre terminan por ser grandes éxitos de taquilla. Yo no soy fan del estilo, pero igual termino viéndolas como Alien, Spiderman y Transformers. Son buenas y además una parte de la cultura pop.
- ¿Y qué se sintió luchar con extraterrestres?
-. Yo no tuve tanta interacción con ellos (los etés). Mi misión era detener las comunicaciones.
- En el elenco también está Rihanna, ¿tuviste contacto con ella?
- Tuvimos algunas escenas, pero ninguna interacción. Tengo mucho respeto por ella. Fue muy criticada por hacer esta película, pero no le importa. Podía dormirse en los laureles de su música, pero quiso salir y probar cosas nuevas. Eso debe ser respetado.
- En Batalla Naval eres una fisioterapeuta que trabaja con discapacitados veteranos de guerra. Para la película la producción te rodeó de verdaderos veteranos, ¿cómo fue eso?
- Probablemente fue la parte más gratificante de todo el proyecto. Conocí a Greg Gadson (Mick), quien es un coronel activo hasta nuestros días. Él perdió sus piernas en Irak en 2007 y me ha permitido ver hasta qué punto una persona puede ser extraordinaria.