Con el alma en un hilo estaría la socialité gringa y mijita rica mundial, Kim Kardashian. Y no sólo por los avatares de su actual embarazo, sino porque su esposo, el rapero Kanye West, al no soportar las molestias que causa la preñez habría comenzado a dormir en el sillón.
Según pelan en gringolandia, el morocho no aguanta las flatulencias nocturnas de la belleza, y pelaba entre sus amigos que los gases de la chiquilla no lo dejaban dormir. A tanto habría llegado el enojo del rapero que de puro picado habría engañado con una de sus numerosas ex.
Según la revista "In Touch", La celebridad más popular de Instagram recibió la confesión del propio Kanye West y al saber la verdad rompió en amargo llanto.
La traición dejó devastada a Kim Kardashian, quien desde ahora lucha por seguir de la mejor manera posible con su embarazo sin perjudicar a la guagua que viene en camino ni a la hija ede ambos, la pequeña North.