Calle 7: Encontró la fórmula pa' romperla

Comenzaron guateando y hasta el Chavo les ganó en su primera semana al aire, y es que el programa de corte juvenil con que TVN quería hacerle la pelea al otrora imbatible "Yingo" no pegaba ni juntaba.

Sin embargo, como dice el refrán, "por atrás pica el indio", y a casi dos meses que se diera la floja partida, y sobreponiéndose a una muerte casi segura, la pomada ha tenido un repunte que ya se lo hubiese querido "El juego del miedo".

Eso sí, la cuestión no fue na' al gratín y de la idea original poco queda. Aunque su guaripola, el siempre blondo Martín Cárcamo, le confesó a La Cuarta que "se necesitaba un tiempo de madurez para que la gente enganchara" y algunas de las minocas como la barbie, Valeria Ortega, atribuyen el repunte a que "marzo ayuda mucho, porque hay más teles prendidas".

Lo cierto es que al tevito criollo le gusta la cebolla picada bien finita y el pelambre, por lo que la incorporación de la onda reality a la dinámica dio en el blanco.

Hace dos semanas llegaron seis chicocos, "Los desafiantes", cuya misión es competir contra los rostros estables en diferentes pruebas; cada viernes hay un eliminado y el que se vaya salvando, optará a un pulento viaje. Ahí sí que la chuchoca se puso güena: Al ritmo del cahuineo, el llanterío y las pruebas entretenidas. "Antes los cabros no se tomaban los juegos en serio y ahora están muertos de miedo", dispara la productora del espacio, Jacqueline Cepeda.

A PORRAZO LIMPIO

Ninguno de los 17 cabros eran "gladiadores americanos", por lo que es fácil ver en sus cuerpecitos sendos moretones, rasguños, torceduras y hasta un ojo en tinta. Los machucones son producto de lo mucho que se la están sufriendo para no caer en la incómoda posición de tener que nominar a un compañero: "Venimos juntos desde noviembre, nos hemos hecho amigos y es penca que vengan otros a echarnos", narra el petiso Felipe Camus, quien se vino con su compipa Nicolás Oyarzún con camas y petacas desde la Joya del Pacífico.

Ya hubo la primera baja en la pomada,  el ex Pelotón y miembro de los rojos, Felipe Arancibia. Nadie en el amarillo quiere correr su suerte, por lo que no sólo andan prendiendo velitas a los santos, sino que también se rajan ensayando las pruebas durante toda la tarde hasta que comienza el programa, momento suficiente para chacharear entre ellos, y poder ver como la nueva dinámica del programa hará germinar el bichito del cachuín tanto como el rating.

LA DIVA

El antagonista es un elemento crucial en todo exitazo. "1810" no sería nada sin nuestra Chucky, y si en el bando de los amarillos  son terrible de yuntas y hasta carretean juntos, en la otra esquina se encuentra un desunido equipo rojo con villana propia.

Chiquitita y puntúa, Paz Gómez no conversa con ninguno de sus compañeros durante toda la previa del programa. Mientras todos practican la prueba de la tubería, ella se queda sentada sin hacer nada, anda medio malena con su hombro, pero ni sus compipas de equipo ni sus rivales le compran la lesión.

"Nadie la quiere", soplan desde la producción y varios de sus compañeros aseguran que  tiene "aires de divismo",  que trata mal a las maquilladoras y que jamás se mete a la piscina sin tapón en la nariz. Ella sabe lo que dicen a sus espaldas y dispara dardos contra todos. Le da lo mismo si hay mala onda, está donde quiere y sonríe a la cámara.

CALDO DE CULTIVO

Llega la hora del show y todos se la juegan a mango por no perder en las diferentes pruebas. Hay uno que otro baile y segmentos de backstage a cargo del ex CQC, Jean Philippe Cretón, quien se largó del estelar dominguero "porque estaba aburrido de hacer siempre lo mismo".

Por primera vez desde que se instauró el nuevo sistema, el equipo "Calle 7" sale perdedor y los chicos que llevan cuatro meses uña y mugre tendrán que tirar a un compañero a la parrilla. "No pensamos que este momento iba a llegar tan temprano", confiesa Pancho Puelles.

El contagioso llanto femenino se ha apoderado del estudio y el equipo rojo respira aliviado porque se ha salvado por unos días. El programa termina y los estables se las empluman al depto que comparten Felipe y Nicolás para decidir en conjunto quién se jugará su permanencia en competencia el viernes.

Por Alejandra Rey Luksic

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