En “Alerta Máxima tras las Rejas”, el próximo cocido prime de Chilevisión, se jugaron el pellejo y decidieron tirar a la pelea al valiente Carlos López. El periodista se pegó flor de tour por penales de Rancagua, Valparaíso y Concepción, cachando la brígida realidad carcelaria de nuestro país.
“Nosotros en la calle mostrábamos cómo los detenían. Y los gendarmes son los que los mantienen tras las rejas. El juego es mostrarle a la gente en qué están esas personas que fueron protagonistas de ‘Alerta Máxima’ en las primeras temporadas”, explica Carlos López, que en el nuevo ciclo tuvo que someterse a entrenamiento físico, de armas e incluso fue atacado por un Rottweiler pa’ poder entrar con los reflejos afinaditos a distintas penis del terruño.
– ¿No le dio julepe, Carloncho?
– Había que vencer muchos miedos, muchos temores. Habitualmente por el trabajo que realizo en el matinal, tengo de protagonistas a personas que están privadas de libertad y me encontré con muchos de ellos.
– ¿Y armaron grupo de guasap?
– El sólo hecho de verlos nuevamente, ahora cara a cara, genera algo más que un apretón en la guatita. En varias oportunidades me crucé con alguno, nos miramos cara a cara, más de alguno me mandó a llamar.
- ¿Pa’ conversar en las duchas?
– A conversar, sin ningún problema, pero no faltan los que por la espalda te gritan cosas y se acuerdan de toda tu parentela.
-¿Te ofrecieron duelo de estoques o mangazos cara a cara?
-De frente, mirándome a la cara, nadie.
DÍA DE ENTRENAMIENTO
El corajudo animador estuvo cachando varias unidades de elite de Gendarmería, una es el GEAM (Grupo Especial Antimotines). “Participé en el entrenamiento, me sacaron el jugo. Pero donde más sufrí fue con el GOT, (Grupo de Operaciones Tácticas) son muy poquitos, alrededor de 8 y su día a día es prepararse para situaciones límites.
-Por ejemplo.
– Descenso en estructuras en altura, también practican sus rutinas de ejercicios en un galpón cerrado y el piso está lleno de gases lacrimógenos.
-Un deleite pa’ la ñata…
– Con cada paso que das se levanta el polvillo y yo no estoy acostumbrado, además soy medio asmático. Imagínate cómo estuve.
-¿Le pusiste paños fríos a algún motín?
– Participé en bastantes allanamientos, me tocó revisar las celdas, ver las condiciones en que están en las galerías. La gracia del programa es que va a mostrar la realidad carcelaria tal cual es, no vamos a maquillar para que se vea bonito.
-¿Y cómo es sin HD?
-Las celdas están en precarias condiciones, los baños muchas veces no son los mejores. Los lugares donde duermen están llenos de baratas, chinches y puedes ver que esos bicharracos se pueden meter en la boca, la nariz, el oído. Así vas valorando el trabajo de Gendarmería, que muchas veces los ven por arriba del hombro, pero pararse en medio del óvalo, sentir todo el día ese miedo, créeme que me saco el sombrero.