Carlos Marín: "No es nada de fácil bañar a un hombre pilucho"

Cuando corría la segunda década del 1800 bien raro era ver a un hombre perfumado, vistiendo trajes rosa y hablando suavecito... Y si a este "macho" le sumamos un sirviente negro que le hace masajes, la situación pasa a ser escandalosa. Esta es la historia que protagonizan "Casimiro Marcó del Pont" (Alfredo Castro) y "Jacinto" (Carlos Marín), una pareja creada para la ficción de "Manuel Rodríguez".

El rol del esclavo negro, musculoso y califa, no ha sido tarea fácil de realizar para el intérprete puertorriqueño: "Jacinto no es gay. Tiene una relación de poder con Marcó del Pont. Si te fijas, el esclavo puede matar con una mano al gobernador, pero no lo hace porque le tiene mucho respeto. Las escenas en la tina son bien complicadas. No es nada fácil bañar a un hombre desnudo o ponerle rodajas de pepinos en la espalda mientras se le hacen masajes. Las tomas han sido puro nervio y uno se ríe mucho, pero son bien chéveres y le dan la nota cómica a la teleserie".

Desde el debut de la telecebolla, el 15 de marzo, ambos personajes se robaron la película. Y era que no, si el gobernador apareció pilucho en una tina, mientras su esclavo le refregaba hasta la lengua. "La relación de Jacinto con el gobernador Marcó del Pont es intensa. Está siempre presente ese elemento de incertidumbre que hace pensar qué va a pasar", agregó el actor chocolate.

Además existe un tercero en este "enredo amoroso": El falso Conde (Ricardo Fernández), quien es la verdadera obsesión de "Marcó del Pont". En los próximos capítulos de la serie, "Jacinto" se enganchará de "Pascuala" (Nathalia Aragonese), una de las chiquillas encargadas de la chingana, lo que le traerá más de un atado con el gobernador. "Manuel Rodríguez" está basada en una parte de la historia chilena, que pa' llevarla a la pantalla enana hubo que ficcionar.

Cuando Castro definió su rol como un personaje gay, aclaró inmediatamente que "lo de tener un esclavo es parte de la teleserie". Asimismo opinó Vicente Sabatini, director de la pomada, quien versó que "esto es ficción y no es una teleserie netamente histórica, sino que de época. Muchos personajes son reales, así como otros son inventados por los guionistas". Por su parte, Marín confesó que el personaje le cayó como anillo al dedo, pues "en Chile no hay actores negros y por eso me llamaron. Jacinto es una buena forma de decir que Marcó del Pont era afeminado, sin tener que ser explícitos".

¿POR QUÉ PELABAN AL GOBERNADOR?

Cuando Casimiro Marcó del Pont arribó a Santiago como gobernador en 1815, generó revuelo entre los criollos, tanto por sus costumbres como por su fiereza militar. Joaquín Edwards Bello lo describió como "un hombre fino y educado. Le dieron fama de afeminado simplemente por su limpieza. Trajo escupidera, peines, cepillos, jabones finos, y un carruaje, todo lo cual pareció insólito". El historiador Sergio Villalobos defiende la masculinidad de Del Pont: "Se da a entender que era homosexual, pero no hay ninguna certeza. Era un hombre con modales cortesanos de España".

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