Carola baila el caño hasta en su casa

Carola Oliva está entrenando todas las semanas para ser experta en el baile del caño. Se está preparando para ir a Argentina a representarnos en un concurso mundial del Pole Dance, que será el 2 de diciembre.

Todos los días acude un par de horitas a la academia de Juan Luis Tejo, donde ya se está peinando con el baile del caño: "Voy por lo menos una hora y después tengo entrenamiento muscular, que ha sido brígido. Y así estoy hace dos semanas. Estoy bien molida".

- ¿Cómo se te ocurrió meterte a bailar esto?

- Fiebre de Baile fue el culpable. Hice todo para ganar en una competencia, porque si perdía iba a desafío con el baile del caño, y fui.

- Y ya te veremos en un campeonato.

- Sí, será el 2 de diciembre en Buenos Aires. Yo voy en categoría amateur. Para eso entreno los pasos y la musculatura para tener un buen desempeño allá.

- ¿Qué tal fue tu primera vez con el caño?

- No pude subirme ni sostenerme ni con el vuelo.

- ¿Y ahora cómo estamos?

- Mejor, pero igual tengo los brazos y las piernas llenas de moretones. Imagínate que hice cinco trucos ahora y quedé raja, imagínate cómo será hacer una coreografía.

- Eres pachachita y se dice que para esta disciplina lo mejor es ser alta, ¿crees que te afectará?

- El hecho de que sea liviana y bajita, además de dominar la técnica y el cuerpo, que es lo más difícil, lo encuentro un beneficio.

- ¿Cuánto te demoraste en hacer pasos como el escorpión, el sit glamour o el águila (en la foto de arriba)?

- Es por etapas y muy doloroso además, porque todo tu cuerpo es palanca: las rodillas, los brazos, todo tiene que estar súper activo y consciente para hacer el truco. Obviamente vamos por partes, desde cómo se pone el pie a cómo escalar y eso es mucha fuerza de estómago. Y es así con todos los pasos que estoy aprendiendo.

- Tienes claro que el baile del caño es la fantasía del 99 por ciento de los califas de corazón, ¿cómo lo ves?

- El caño es especial porque requiere mucha destreza y eso combinado con danza, provoca algo muy sensual.

- ¿Qué opina tu pololo?

- Está feliz, ya que tengo mi caño portátil, porque uno ensaya en su casa también.

- ¿Cómo es eso?

- Hay una persona, que es la misma que instala los caños acá en la academia de Tejo, que los vende portátiles. Lo atornillas a un techo sólido con unas llaves especiales. Lo puedes llevar en tu auto. La semana pasada lo instalé en mi living, y le hice mis primeros pasos y trucos a mi novio.

- Debe haber quedado en llamas el pobrecito.

- Me aplaudió. Jajajá, me aplaudió de pie. Se puso muy feliz. Así que voy a seguir practicando sin parar, jijijí.

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