Ya no hay ningún respeto por los ídolos infantiles. Imagínese que al tiernucho oso Winnie the Pooh lo censuraron en la ciudad de Tuszyn, ubicada al centro de Polonia. Allí descartaron que el amiguito de Christopher Robin fuera la mascota oficial de un parque de diversiones.
Las críticas apuntan a que no es normal que el oso mielero ande por la vida medio en pelota. Además, los más pechoños alzaron la voz, pataleando que Winnie tiene claramente dudas sobre su sexualidad.
"No usa ropa interior porque no tiene sexo. Es un hermafrodita", se le escuchó decir a una autoridad local en una grabación sobre la polémica y donde también una vecina sacó una teoría a lo Salfate, pa' referirse al porqué el amarillento no tiene órganos sexuales.