Lo que partió como un lindo y hermoso regalo de parte de su marido, el rucio Alfredo Alonso, terminó con Maca Tondreau metida en un manso tete y a pata más encima.
La rucia del Buenos Días a Todos ayer apareció en un móvil del matinal, nada de sonriente y sin sus clásicas pilchas pitucas y estilosas. Junto a su dolape aprovechó las cámaras de su pomada para, con ropa de tienda nomás, reclamar con tutti contra una automotora que -aseguró- le hizo la mansa estafa. De acuerdo a su relato, ella deseaba un tocomocho más moderno y su pierno accedió a su deseo.
Fue así como acudió a la compra- venta Merino Bulnes, ubicada en Las Tranqueras, y compró un modelito usado, dejando su papú y un par de cheques en forma de pago. Maquita se fue feliz en sus nuevos forros, pero a los días cachó que algo andaba raro: su joyita tenía dueño y estaba encargada por choreo. “Un día me detuvo Carabineros y me paran el auto, pues tenía orden de apropiación indebida”, contó ella de brazos cruzados. Lo penca es que además de ella hay 15 personas afectadas por el mismo chanchullo.