El actor gringo Charlie Sheen, quien es grito y plata en todo el mundo gracias a su participación en la serie "Two and a Half Men", fue sentenciado a 30 días en la cana y a cumplir tareas impuestas por aforrarle a su esposa la Navidad pasada, cuando más encima se le había pasado la mano con el copete.
Sheen, de 44 abriles, llegó a un acuerdo con fiscales de Colorado para que le permitan entrenar a actores en un teatro local durante el día y volver a la cárcel por las noches.
El arreglín implica eliminar los cargos más graves -de que Sheen le sacó un tonto cuchillo a su mujer, Brooke Mueller, y amenazó con piteársela- a cambio de que el actor se declare culpable de ataque de delito menor.
La verdad es que Charlie la sacó baratita, ya que arriesgó una pena de tres años tras las barras si hubiese sido condenado por los cargos originales contra él. Como pa´pensarla dos veces, ¿no?