Charly Alberti y Gustavo Cerati eran amigotes desde péndex. Se conocieron mientras andaban de pingüis por la vida y nunca dejaron de quererse.
El temón es que el ex baterista de Soda ni se asoma por la clínica donde está internado Cerati, pues cada vez que lo ve, queda por el suelo.
"Estoy pendiente de su estado, pero me hace daño ir a visitarlo". "Sí hablo con su familia y estoy pendiente de su estado. Me interesa estar al día de lo que está pasando, pero desgraciadamente no hay novedades, soltó el cabro a la revista Pronto.
Dijo también que igual que la madre de su amigo, Lilian Clark, tenía caleta de fe en que el cantante despierte.
"Sería lo ideal. Yo no lo sé porque no soy médico, pero también tengo esperanzas. Lo adoro, lo quiero y lo que más deseo es tenerlo entre nosotros despierto. No puedo afirmar nada porque todo es incierto. Sólo tengo un gran deseo y es que se despierte", aseguró.