Charly García, el rey de las pelás de cable around the world, sigue sumando numeritos a su larga lista de históricos pasteles.
Esta vez el músico argentino se fue en la mala onda y felpeó con su guitarra a dos actores colombianos que disfrutaban de un copetito en un bar del barrio porteño de Palermo en Buenos Aires.
Los cafeteros Álex Gil y Alejandro López, que se encuentran en Argentina grabando escenas para la versión colombiana de la exitosa serie gringa "Desesperate Housewives" (Esposas desesperadas), se encontraban a un costado del escenario donde se presentaba el locateli.
Al parecer esta presencia tan cercana no agradó al ubicaíto que tomó su guitarra, no precisamente para tocarla, y le dio en el mate a los dos indefensos compadres que quedaron viendo triple.
CHOREADOS
Obviamente, luego de sufrir la agresión, el show bajó la cortina y los actores rajaron a la comisaría para realizar una denuncia en contra del malandra Charly García.
Los polis llegaron en tres tiempos y luego de constatar las lesiones, agarraron de un ala al querubín, que no contento con su pastel, continuó empapelando esta vez a la fuerza pública que como pudo lo subió al furgón.
Más encima García empezó a dar órdenes y a escupir a los polis, algo que él mismo confirmó después al medio che C5N: "Cuando no cumplían los escupía".
Como el cabro no es nada de tímido siguió dando órdenes, onda que posteriormente se jactó de haberlo hecho. "Lo que me pone contento es el haber estado con ocho o diez policías y haberles puesto los puntos en claro... Me pone contento porque entendieron que el jefe era yo", verseó muy suelto de cuerpo y orgulloso de su actitud.
Finalmente García estuvo más de cinco horas tras las rejas.
PA'L BRONCE
A su salida de la comisaría, García indicó a los medios trasandinos que estaba choreado con la cuestión. "Por culpa de una situación estúpida en la que abusaron de mí estuve demorado en esta comisaría".
Según él, la situación se generó porque "un galancito colombiano al que no conozco se acercó demasiado al escenario y yo le puse la guitarra cerca y se la pegó en el ojo, por eso fue a la comisaría e hizo la denuncia, una estupidez".
En todo caso, horas más tarde, y algo más aireado, el compadre juró que "yo adoro Colombia... Yo la cagué". Como para hacerle un librito al chiquillo.
Carlos Zúñiga