Si hablamos de rallar la papa, peinar la muñeca y dar la hora pesao, Charly García está para ponerlo en un marco. Y aunque de sus locuras ya nada nos sorprende, el cantante che no quiere perder el ritmo y continúa "regalándonos" joyitas de verdadera antología.
La última de ellas ocurrió en el hotel Spa Solaz de Mendoza, donde el cantante se encontraba alojado. García al parecer empezó a soñar con la pelá y despertó repentinamente a eso de las 5 de la mañana.
Totalmente en pelotillehue el locateli agarró a patadas todo lo que se le cruzó por delante, sin dejar nada sin romper, haciendo honor al nombre de su temazo "Demoliendo hoteles".
Obviamente todos los pasajeros del hospedaje despertaron con el escándalo que continuó en los pasillos.
CON CUÁTICA
La dueña del local, sin lograr controlar al oli, tuvo que llamar a los polis. Finalmente luego de tres horas el compadre se tranquilizó y fue trasladado en ambulancia al hospital Central para curar todas las heridas que se provocó.
Charly tuvo que ser enviado con el torso desnudo, totalmente ensangrentado y esposado ya que no hubo caso que se sosegara.
Según indicó el dire de comunicaciones del hospital, Luis Gil, "García estaba en visible estado de sobreexcitación y visiblemente descontrolado".
UNA ENCICLOPEDIA DE PASTELAZOS
Sinceramente si se trata de hacer un listado con todos los pastelazos que se ha mandado en su vida Charly García, cualquier espacio se hace chico.
Sólo por nombrar algunos, es inolvidable el "piscinazo" (la foto) que se mandó desde el noveno piso de su habitación en el hotel "Aconcagua" en Argentina.
Otra joyita fue cuando trató de "perra" a Belén Hidalgo, nada menos que en el cumpleaños del "Negro" Piñera, quien terminó con la mansa vena.
En Colombia tiene varias, como cuando le pegó con su guitarra a dos asistentes a su show o cuando les dijo a los cafeteros "¡Saludos Cocalombia!".
Los famosos tampoco se han escapado de sus ataques de locura. Una de ellas fue la cantante islandesa Björk quien se topó con el rockero en un hotel. La chiquilla le pegó una mirada y le sonrió, lo que no le pareció al loco, quien le tiró un vaso de whisky.
En nuestro país también se recuerda cuando dejó su "marca" en el Hotel O'Higgins, llenando de caca las paredes de su pieza, sin contar todas las veces que ha sido detenido... Todo un personaje.
Carlos Zúñiga V.