De la época del Pollo Fuentes con su Venga Conmigo que los reencuentros de parentela perdida se ganaron un lugarcito en uno que otro programa de tevé.
El matinal Bienvenidos es uno de los que actualmente tiene a Tonka Tomicic presentando (todas las semanas) a una persona que busca un familiar que no ve del año de la pera.
Después de que el invitado cuenta su pesar, el hermano, papá o mamá que se había echo humo asoma la ñata y se abrazan como si el mundo se fuera a acabar. Hasta ahí la gallá tevita queda con el lagrimal tiritón y jurando un final feliz. Sin embargo, no siempre la cosa sigue tan color de rosa. Cuando se apagan las cámaras y los perdidos entran más en confianza, no ha faltado quien ha querido aprovecharse de su clan.
La rubiecita Chriss McMillan y Constanza Roberts se saben de memoria la pega de buscar parientes en el cocido mañanero. Ellas muchas veces han acompañado a la PDI en el rastreo de personas y cuentan al diario pop que así como se emocionan con gente que se junta de verdad, también quedan plop con algunos faltos de corazoncito.
“Me pasó una vez que una hija buscaba a la mamá, que había tenido otra hija. Una vez que se encontraron la nueva hermana empezó a llamar sólo para pedirle plata. La persona quedó súper decepcionada de eso”, recuerda Chriss. Su compañera también le sacó la foto a más de un cara de jarra. “He visto que de repente tienen el abrazo para la tele nomás, porque después vuelven a su vida normal y es lógico porque si no pescaste a tu hija en 20 años, qué más puedes pedir”.
Para evitar que pasen cuestiones peores, es que el programa estudia con lupa cada caso. La idea, dicen las cabras, es que los que piden el favor no lo hagan porque anden buscando hacerse rico, ni pegotearse a alguien pa’ bolsear.