La policía de Los Ángeles informó el miércoles que cerró la investigación sobre la muerte de la cantante Whitney Houston, concluyendo que no hay señales de homicidio.
"Basándonos en los hallazgos de nuestra investigación y en la revisión del informe forense, determinamos que no es un caso criminal", dijo el portavoz Mark Rosen, del Departamento de Policía de Beverly Hills, agregando: "El caso está oficialmente cerrado".
La pesquisa policial "no halló evidencias de un acto criminal", agregó el oficial en un comunicado.
El 11 de febrero, la artista de 48 años fue hallada boca abajo en la bañera de su habitación en el hotel Beverly Hilton de Beverly Hills.
Un extenso informe forense divulgado el miércoles pasado determinó que Houston probablemente murió de sobredosis de drogas, medicamentos y alcohol.
El reporte señaló que los forenses hallaron en su habitación una sustancia identificada luego como cocaína: "En el mostrador había una pequeña cucharita con una sustancia parecida al cristal en ella, un pedazo de papel enrollado y otras misceláneas".
"En la gaveta superior había restos de polvo blanco y un espejo portátil", agregó el informe forense. También se hallaron 12 frascos de medicamentos diferentes.
La cantante de éxitos como "I Will Always Love You" vendió cerca de 170 millones de discos en su carrera de casi tres décadas, pero tuvo que librar una feroz batalla contra el abuso de sustancias mientras intentaba preservar su talento artístico.
La cantante fue enterrada el 19 de febrero al lado de su padre John en el cementerio de Westfield (Nueva Jersey, este de Estados Unidos).
El mes pasado se dio a conocer que Houston había dejado todos sus bienes en herencia a su hija Bobbi Kristina, nacida de su tormentoso matrimonio con el cantante Bobby Brown, quien no obtuvo nada.