Cirugías le han robado el cuerpo y alma a lote de faranduleras

Si hay algo común en las chiquillas faranduleras, son las cirugías. Se ponen, se sacan, se vuelven a poner y sacar para quedar perfectas ante el espejo. Van y vienen de los quirófanos como ir de shopping y, lo más penca, es que queden bien o mal fijo que tras un primer recauchaje, se venga otro, otro y otro.

Necesidad, obsesión, inseguridad, adicción, excesiva vanidad o lo que sea, las lleva a insistir en "retocarse" por aquí y por allá sin medir consecuencias.

Los enchulamientos están de última moda, qué duda cabe. Y de toda la fauna que se ha entregado a las manos de los cirujas, son pocazas las chicuelas que quedan realmente conformes con los resultados, sino pregúntele a la che Romina Zalazar, que por "arreglarse" la nariz, ahora la tiene como papa y tiene ene "miedo de que se me caiga la nariz...".

COMBO

El combo más solicitado incluye refacción de trasero, pechugas y abdomen. Marlen Olivari es una de las pioneras de la promoción. En agosto del 2007 y para volver en grande a la pantalla enana, se puso 575 cc por envase, "podían haber sido 50 cc y listo, pero yo me fui al chancho", leseó. Se levantó la retaguardia y afinó la cintura.

De ahí, Pamela Díaz siguió sus pasos. Consiguió un tambembe abultado, "ahora tengo un culo de Barbie", dijo. También cero michelines.

Adriana Barrientos se chantó 535 cc por pechuga; además barrió con una grasa de la espalda, la de los perniles y con eso se infló la cola. Según ella, con aquello le llegó la felicidad completa a su life: "Me siento increíble. Ha sido una de las mejores cosas tener estas pechugas gigantes". De paso, anunció que "en 20 años más me vuelvo a hacer entera".

TRIUNVIRATO

Con ya ene cirugías en el cuerpo el triunvirato compuesto por Gisela Molinero, Pamela Sosa y Marcia Sáenz partió por más a Buenos Aires.

Lady G se aumentó su ya rellenada retaguardia; la Sosa volvió a ponerse delantera, ahora 700 cc, y Sáenz por enésima vez se operó sus deformados labios, producto de una intervención julera de hace años:  "Lo de la boca fue un exceso mío que por querer ponerme más me quedó la embarrada.... Ahora sí, quedé perfecta"

Las niñitas de "Yingo" tampoco podían abstenerse de la práctica del momento.  "Arenita" y Valentina Roth no pueden estar más chochas con sus nuevas pechugas.

Hasta Raquelita Calderón se refinó el abdomen, pero hasta el día de hoy no ha mostrado el resultado en sociedad.

CARACHOS

Como la Zalazar y Marcia Sáenz, hay quienes no conformes con intervenirse el cuerpo, se pegaron el salto al rostro.

Tal es el caso de Coté López. La rucia está irreconocible. La esposa del Mago Jiménez luce nariz nueva, dientes, labios y hasta "algo" pareciera que se hizo en los cachetes.

A Dominique Gallego y Luli sólo les falta enchularse el dedo gordo de los pies. Por gentileza de "Primer Plano",  ambas se hicieron como 5 operaciones de una. La Gallego se sacó la papada, guata, cintura y se lo puso ya saben donde. "Encontré que quedé estupenda, con la guatita planita y la cola bien parada", verseó la chicuela alucinada por su nueva figura.

Cansada de su cara de pelota, Luli se sacó con gusto las bolsas de Bichat, más una respectiva liposucción de panza. "Si antes me sentía linda, ahora me siento el triple", expresó tras el todo en uno.

Para superar al resto, la argentina Bárbara Vos se atrevió con un cuádruple pack que incluyó una singular novedad: "Me agrandé las pechugas, me hice una lipo y lo que me saqué me lo puse en las caderas, además de la himenoplastía", esto último para volver a ser "virgen". Entre nos, hay varios que aún siguen intentando verificar dicha intervención.

BONUS TRACK

En esta pasada es imposible no mencionar a algunos machos vanidosos. El comentarista del 13 Francisco Saavedra es famoso por sus lipos, todo Chile se enteró de que Sebastián Piñera se sacó las bolsas, qué decir de Álvaro Ballero que se hizo de todo para ser chupadito de cara. Mención aparte para  Roberto Dueñas, quien pese a todo lo que lucharon los médicos por darle belleza, quedó igual de federico.

El que puede, puede.

Por Carolina Ruiz M.

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