Frente a La Moneda una mujer le pide que bese a su guagua para la buena suerte, un cabro le pasa un billete de luca y el rucio de la cabellera de microempresario ambulante de helados Choco Panda de la locomoción colectiva, se lo firma. Una vieja amargada cara de limón le grita: "¡Ofrezca trabajo en vez de andar regalando plata!". Un curso de niños lisiados posa con el empresario en la Plaza de la Constitución, un anciano le suplica que cuando asuma la presidencia se preocupe de las jubilaciones. Tres escolares le ofrecen sus relojes a cambio de la mole de oro que adorna su muñeca. Camilo Anuch, se deja querer y reconoce que le encanta parecerse a Leonardo Farkas.
ESTILOSO
La similitud no es sólo capilar. Camilo también es empresario y siempre ha vestido como un galán mezcla de Hernán Somerville y futbolista de primera B. Usa pañuelo en la chaqueta, zapatos de cuero de lagarto y el pelo al viento.
El pretencioso doble proviene de una familia de origen sirio y vive en Iquique hace 30 años. Fue productor de espectáculos y trabajó con las mejores estrellas de la época jurásica.
Antes de cachar la existencia de Farkas se preguntaba por qué cresta la gente en la calle lo miraba tanto y a veces le pedía monedas. Y ahora que cachó que su clon es más generoso que Sor Teresa de Calcuta quiere pedirle permiso para dar plata en su nombre y así hacer feliz a tanta gente que le pide en la calle.
Sobre su chasca, Camilo confesó que le da un especial tratamiento con un shampoo L'Oréal París verde, y abundante bálsamo. "Mi familia es de colorines y yo salí rubio. Siempre he tenido el pelo largo, pero antes me encontraban parecido al protagonista de La Chica de Rojo", y es la pura verdad.
Frente al palacio de Gobierno la mitad de la gente pensaba que era Farkas, otros decían que era su papá, uno juraba que el ex pelotero Pibe Valderrama venía de un matrimonio, pero todos celebraron al compadre que se declaró un eterno soltero, amante de las mujeres y del estilo.
La copia feliz del magnate minero cree que Farkas sería un tremendo Presidente "porque a los otros políticos los conozco a todos y van a puro robar, se dan codazos, en cambio él no tiene para qué hacerlo", teorizó.
RICITOS DE ORO DIJERON PRESENTE EN CASTING
Leonardo Farkas es el hombre del momento y como tal los cocidos de la tele a color no han dejado de hablar de sus excentricidades, fortuna, vida y obra. Cómo será la fama del ruliento millonario que ya hay un concurso que busca el doble de su persona. Los cerebros del "Mucho Gusto", de MEGA, aprovechando la contingencia, ayer abrieron un casting para encontrar al alter ego de Farkas.
El primero que llegó fue Pedro Hinojosa, de 53 años, alias "Pedripo". El compadre, si bien no se parecía ni a la sombra del rucio, tenía la gracia de personificarse como tal, chantándose una frondosa peluca y su colorete en las mejillas. "Farkas es un gran tipo, sale del chileno común... Yo siempre hago shows y como está de moda lo empezaré a imitar...", dijo.
MINI. Aunque no dijeron ni pío, los postulantes Darío Flores, de tres años y medio, e Ignacio Núñez de tres, se robaron la película en la selección. Los peques, de larga cabellera rubia y rizada, eran una fiel miniatura del magnate criollo. "Los vecinos nos dijeron que se parecían mucho así que vinimos nomás", contaron las mamis.
CARTELMAN LE ENTREGÓ CAPITAL POLÍTICO
Uno es tan pobre como Condorito o el Chavo del 8, mientras el otro posee una de las fortunas más grandes del país y se da los gustos que quiere. Pero poco le importan las diferencias al "Hombre del Cartel", quien ayer afuera de Canal 13 le entregó públicamente su capital político al eventual candidato presidencial, Leonardo Farkas.
Bernardo Córdova ya se sobrepuso a su fracaso electoral (sólo sacó 100 para concejal por Requínoa) y piensa en grande. "Mi objetivo es contribuir a juntar en papeles, Facebook, o donde sea, un millón de firmas para llevar a Farkas a La Moneda".
El rancagüino se apuró en aclarar que su interés es político, pero no económico "porque no me interesa el dinero del hombre", juró a pesar que le encantaría conocerlo en persona.
A su clásico cartel con el que ha apaleado a caleta de personajes públicos que considera "corruptos" le adosó una hermosa foto donde el rucio magnate luce su frondosa cabellera llena de rulos color de oro.
- ¿Por qué le gusta el chascón?
- Es un empresario trabajador que se ha ganado su fortuna con el sudor de su frente. Trata bien a sus obreros y les paga más del sueldo ético. Es generoso.
- Y lo pasa chancho...
- Lleva una buena vida al estilo de los millonarios norteamericanos. Acá los ricos son tacaños. Son avaros. No quieren que los molesten y se esconden de la gente normal, de la realidad, tras sus vidrios polarizados.
Sebastián Foncea M.