Una despedida del mundo real de Valentina Roth cargada a la chela y el carrete fue la que vivió la menuda bailarina en Viña del Mar. El evento, que se extendió por 10 horas, se realizó justo antes de que la chicoca ingresara al nuevo reality extremo de Canal 13, Año Cero.
El diario pop constató con su lente que la lola llegó tipo 17 horas del sábado a su despedida en el boliche Sun Long Beach, el nuevo local de los faranduleros Daniel Pinto y Roberto Dueñas, ubicado en el pulento sector 5 de Reñaca.
La festejada, según nos contó un comensal que no se movió de la extensa jornada carretera, no soltó las birras en toda la noche.
"El carrete duró hasta las 4 de la madrugada", confirmó nuestro datero, quien reconoció que la chica esperaba una lluvia de amigos, pero al parecer quedó triste porque varios de sus íntimos no se presentaron.
La falta de sus compinches y la sensibilidad a flor de piel hicieron que la ex figura de Fiebre de Baile hiciera varios pucheritos, lo que produjo que varios galanes se acercaran a subirle el ánimo.
ATADOS
En un momento la fiestoca agarró vuelo y la pitufa aprovechó de menear el esqueleto. Luego vino el fresco aire viñamarino y la lola tuvo que ponerse una chaquetita.
Lo más peludo de la noche se produjo cuando Daniel Pinto junto a la chiquilla tuvieron un altercado con unas comensales y se ofrecieron coscachos. Pero al fin el drama quedó en puros corcoveos y chorezas.
En todo caso, a eso de las dos de la mañana, Valentina y su defendido desaparecieron, sin que nadie supiera de su paradero hasta las cuatro. ¿Qué habrá pasado con la pareja?, era lo que se preguntaban todos los mal pensados en el brillo.
ENCIERRO
La polémica bailarina ingresó el domingo pasado al reality del 13, que comenzó sus grabaciones en el Parque Ischigualasto en San Juan, Argentina, donde hará todo lo posible, junto a otros 20 participantes, de sobrevivir a un supuesto holocausto.
Ayer La Cuarta, en todo caso, llamó a todos los involucrados, pero ninguno respondió su celulítico.