Los piratas del ciberespacio abordaron la cuenta corriente del empresario Juan Carlos Farías, del restorán "La Tuna", y le giraron 10 millones de pesos, dinero que a esa hora dormía el relajado sueño de los capitales virtuales en las arcas del Banco Santander.
"¡Me colgaron a la última moda!", dijo el empresario cuando llegó hasta la casa matriz del banco acompañado de su abogado Aldo Duque. En en el lugar la pareja se entrevistó con el fiscal, Pedro Nasser, a quien le relataron los pormenores del saqueo, y le exigieron explicaciones.
Farías cuenta que pasada la medianoche recibió una llamada de una persona que se identificó como ejecutivo del banco y luego de embolarle la perdiz durante un rato le sacó diez palos de la cuenta.
"No me pidieron la clave, ni ninguna coordenada. Ellos tenían todos los datos. El seguro bancario sólo me cubre tres millones y los siete restantes ¿Quién los paga? ¡Moya!. Con la experiencia sufrida me doy cuenta que la plata de uno no está segura en ninguna parte", alegó.
El dinero fue transferido en dos movimientos por los delincuentes hasta la cuenta RUT de una mujer, y retirada rápidamente desde allí minutos después del golpe. La identidad de la cuentacorrentista que sirvió de buzón para la transferencia ya está en poder de la policía.