Un regalito por adelantado recibieron ayer por la tarde los chacoteros chiquillos de la Vega de Santiago, quienes fueron visitados por cinco conejos picarones que revolvieron el recinto pop con una pintita que dejó a más de un veguino con arritmia.
Como sabían que queda poco para la repartija de huevitos de chocolate, las monumentales Sandy Staniscia y Johanna Barrezueta se chantaron su mejor y más sensual ropa interior y decidieron regalonear a los califas del centro de distribución.
Y la mejor forma de hacerlo fue regalando huevos de chocolate a los impactados vendedores que no podían creer que frente a sus ojos tenían a esos angelitos que parecían recién caídos del cielo con sus orejitas de conejo, que fue lo que más llamó la atención de los chiquillos que no podían creer sus abultadas dimensiones.
Algunos cabros se prendieron tanto que decidieron dejar botados sus boliches y siguieron la larga peregrinación de las ricuras por el recinto como si fueran sus guataespaldas.
Pero como la idea era que las chiquillas también deleitaran la vista, se decidió llevar a un trío de musculines que dejaron a las féminas con más colmillo que el conde Vrolok.
Los compadres encargados de subir el termostato de las prendidas vendedoras fueron Fabrizzio Bonil, Angelo Souza y Juan Carlos Galarza, quienes desataron a su público regalando hartos huevitos y presentando de paso, junto a las diosas, modelitos de la marca Baziano y Baziani.
"Te dieron tu huevito", decía una picarona vendedora a una vecina que aprovechó de sacarse un cerro de fotos con los maceteados modelos.
Algunos picotas gritaban a los Hulk que se "saquen el molde", aunque las admiradoras fueron más en número y no pararon de aplaudir la ineperada visita.
Los chacoteros veguinos incluso lesearon con la pintacha de los cabros: "Está rico el won de verde", "Mijito, manso pellejo", fueron algunas de las tallas de la tarde.