El ex médico de Michael Jackson, Conrad Murray, condenado a cuatro años de cárcel por la muerte del cantante, perdió 15 kilos desde que ingresó a prisión y atribuyó al agua del centro penitenciario sus problemas de salud ya que sufre constantes diarreas y un caso de disentería.
Según el portal TMZ, Murray cree que el agua de la cárcel, así como la mala alimentación, le están arruinando la salud. Asegura que el agua de la prisión huele y sabe mal.
El ex cardiólogo ha rellenado numerosas solicitudes para ser liberado, argumentando que su salud se está viendo comprometida.
Murray fue condenado el pasado noviembre por el asesinato involuntario del "rey del pop", quien falleció en junio de 2009 a causa de una sobredosis del anestésico Propofol, que le fue suministrado por el médico.