Hace dos semana, Camila Nash se enfrentó a uno de los desafíos más grandes desde que aparece en la tele a color: hablar de sexo en pantalla.
La lindura fue invitada al programa Mentiras Verdaderas de La Red y se transformó en una de las cuatro mujeres que dejó como tetera a Jean Philippe Cretton con sus aventuras y consejos sexuales.
"No me da ningún pudor hablar de sexualidad en la tele, de hecho me relaja. Con Jean Philippe nos conocemos hace muchos años y tenemos confianza. Creo en la libre expresión y que en televisión se pueden tocar todos los temas, incluyendo el sexo", comentó la chiquilla, quien debió desempolvar sus vivencias con los orgasmos, sexo matinal y tamaños del pene.
A pesar de que su participación en el cocido nocturno depende de las invitaciones que le haga la producción, Camilita se cree el cuento y no tiene atados en revelar detalles de su vida privada.
"Hablo de sexo desde mi experiencia y de lo que puedo conversar con amigas. Con ellas no tengo problemas en hablar de sexualidad y esas conversaciones las reflejo después en el programa, obvio que sin dar nombres", se defiende la ricura.
- ¿No te da vergüenza hablar en la tele de tu experiencia cara a cara con el niñox?x
- A veces me fui al chancho con comentarios sobre sexo y al llegar a casa mi mamá me dijo que me calmara un poco. Igual me da un poquito de vergüenza hablar de mis relaciones íntimas de pareja y después ver a mi mamá, pero se me quita rapidito.
- ¿De dónde sacaste tanta experiencia en el ring de cuatro perillas para hablar como experta en la materiax?x
- Desde muy chica mi mamá me hablo del embarazo, de los abusos y del contagio de enfermedades de transmisión sexual. Tampoco me considero una experta, pero igual tengo algo de vivencias que sirven para comentar sobre algunos temas.
- Igual dejas como chaleco de mono a tus ex parejas, no se irán a enojar algunos…
- No creo que nadie se sienta mal porque cuento mis experiencias. Igual trato de filtrar la información y hablar de parejas que tuve cuando era más chica, y si alguien se siente ofendido o incomodo tiene que relajarse nomás.