María José López desconfía. Tanto que cuando su amiga y consejera espiritual, Latife Soto, le avisó que su rostro volvía a aparecer en la prensa nacional, se angustió.
No es que la muñequita rubia haya renunciado de golpe y porrazo a su legítima aspiración por figurar. El punto es que, confiesa, siente pánico de "meter la pata" y verse relacionada con otro escándalo discotequero.
Nos cuenta desde Milán que ha madurado y aprendido a disfrutar la vida en pareja junto a su marido, Luis "Mago" Jiménez. Que se ha hecho de un buen grupo de amigos italianos y brasileños, y que los tiene a todos bailando reggaeton. "Cuando nos subimos a sus autos tienen hasta los discos. Están obligados".
En la capital mundial de la moda, Coté y el mediocampista del Inter pasan las tardes entre el cine, las tiendas y los pubs, donde, sagradamente, toman su "aperitivo analcohólico".
Subraya que su aplaudida performance en la televisión italiana fue fruto de su deseo "de hacer las cosas bien ahora" y destaca el rol de su nuevo mánager, Luca Casadei, "un personaje que acá representa a harta gente famosa".
Asume que tal vez, por fin, como lo soñaba podría comenzar a cimentar su propia carrera, a sacarse de encima el mote de "la esposa de..." y darse el gusto de demostrar que es algo más que una buena facha.
Pero se enrolla igual. Porque de pequeña también soñaba con "conocer al hombre de mi vida, formar una familia y tener hijos". Y eso no lo transará. Aunque le signifique ceder.
- Imagina que te ofrezcan un gran contrato, uno de verdad, que te conviertas en estrella de la tele italiana. ¿Qué pasaría si al "Mago" lo mandan a jugar a España, a México, a Bielorrusia?
- Nunca firmaría un contrato sin conocer antes la situación de mi marido. Primero está él, segundo él, tercero él.
- Entonces pospondrías tus aspiraciones de crecer como modelo...
- Yo a Luis lo seguiría donde fuera...
- ¿Aunque juegue en los potreros?
- Donde sea. Llevamos un año y tanto en Milán. Me encanta. Si nos tenemos que ir, me daría lata, porque estoy acostumbrada y lo pasamos bien. Estamos mejor que nunca como pareja.
- ¿Y por qué no se han casado por la Iglesia entonces?
- Nunca nos lo hemos propuesto. Estoy casada en Italia y en Chile por el Civil, y por la Iglesia lo quiero hacer tranquila, que sea bonito, preparado, y es difícil planificarlo desde acá.