Pasaron nueve años de la última vez que Jean Philippe Cretton se puso el terno y los lentes oscuros de "Caiga Quien Caiga".
Ahora es uno de los conductores principales junto a Sebastián Eyzaguirre y Gonzalo Feito, en el retorno programado para anoche en Chilevisión.
"Me costó empezar a agarrar el tono de lo que significa una nota de 'CQC', pero de a poco me fui sintiendo más cómodo. Lo pasé muy bien y el programa estuvo súper bueno, con la misma onda de antes, pero con factores nuevos".
- ¿Lo que más te gustó del redebut?
- Lo que hizo Fernando Lasalvia en el lanzamiento de La Cuarta, porque tuvo a Piñera al lado y a Guillier diciendo lo que hay que decir, al estilo Lasalvia.
-¿Hay nostalgia en la tevé?
-Volvió Viñuela, "La Casita en la Pradera", "CQC", ¿no se puede hacer nada nuevo? La tele está en crisis. Pero el regreso del programa no lo enmarcaría en eso, porque a diferencia de otros programas, "CQC" quedó con algo pendiente.
-¿Qué cosa?
-No quiero sonar grandilocuente, pero quizás estábamos adelantados a la sociedad. Hoy "CQC" cae de cajón y eso quedó pendiente. En la última etapa se perdió el rumbo, porque trató de adecuarse a ese Chile. Y hoy podemos volver más a nuestro ADN original.
- ¿No hay nostalgia, entonces?
-A diferencia de "La Casita en la Pradera", que ya cumplió lo que tenía que hacer y sabes que no va a haber un aporte más, "CQC" sí tiene la obligación de ser un aporte, si no lo es, se va a ir para la casa.
- Dos defectos tuyos...
-Hay momentos en los que me gana una especie de narcisismo y me empiezo a preocupar demasiado de mí, y me deja de importar mi entorno.
- ¿Alguna otra pifia a enmendar?
-Me achaco fácil. Eso también es algo que estoy trabajando hace dos años y he intentado abordarlo desde que las cosas realmente esenciales e importantes son las que tienes al alcance de tu mano: tu familia, tus amigos, si lo pasas bien en tu bicicleta, tu bicicleta. Hay momentos en los que por mirar tanto hacia afuera y no conseguir cosas, te achacas.
- ¿Vas a terapia?
- Es un camino que he hecho largo. Fui al sicólogo, al tarot, me hice la carta astral.
- ¿Sirvió?
-Pasó que mi sicóloga me dijo algo, que no diré porque forma parte de mi privacidad, pero después de toda la vuelta que me di, la carta astral concluye lo mismo. Ahí dije: "¡wow! Creo que he hecho un camino lógico en la vida y una sicóloga, un tarot o doctor pueden ver lo mismo".
- Se nota que has estado en una búsqueda...
-Lo mío empezó a los 30, a cuestionarme todo para atrás, qué estaba bien y qué no. Todo eso me sirvió mucho. Hoy me siento más tranquilo.
- ¿El mejor consejo que te han dado?
-De mi papá: 'No porque vas a ser papá te vas a poner hueón'.
- ¿El mayor riesgo que has tomado?
-Mis renuncias siento que han sido riesgosas, todas. Han sido en momentos peak, donde la lógica te establece que no debes irte. Y me he ido, porque me he sentido incómodo, que no estoy aportando o por diversas razones.
- ¿Te buscas o respondes los comentarios en redes sociales?
-Mi Twitter lo pesco poco, por ende, se mueve poco. Y mi Instagram lo uso más, ahí leo todos los comentarios y soy de los que con un comentario bueno, agradezco mucho y con uno malo, me achaco.
-¿Qué no soportas en los demás?
-El abuso de poder siempre me ha complicado: la violencia sexual, los jefes prepotentes, quien sienta que por su cargo puede pasar por encima de otro, me pudre.
-¿Por quién cambiarías de lugar por un día?
-Con Jim Morrison (risas). Me encantaría, siempre lo he encontrado un maestro por el estilo de vida que tuvo. Claro, duró poco por lo mismo.
- Refrán favorito...
-Vamos arando dijo la mosca arriba del cacho del buey.
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