Los cobardes están repartidos por todos lados y así quedó demostrado luego de que el cantante mexicano Cristian Castro reconociera que le pegó a su santa madre, la actriz Verónica Castro. Chisss, y eso no es todo, porque para más remate ni se arrugó para asumir que también le puso sus buenos tatequietos a su esposa, la abogada argentina Valeria Liberman, la misma que lo tiene demandado por malas pulgas.
La actitud del rucio contra quien le dio la life, salió a flote durante una audiencia realizada el martes en una corte familiar de Miami, donde se sigue su proceso de divorcio con la che. Ahí el castro dijo que sí había charcheteado a su mujer, pero al mismo tiempo salió con la empaná de que ella también le aforraba y más encima le dejaba heridas.
Luego, el astro de la música romántica confidenció que durante una rosca con su madre le dio cuatro cachuchazos y le tiró el pelo a tal nivel que tuvieron que ser separados por una persona de seguridad del palacete de Verónica Castro.
La justicia optó por restringirle a Cristian las visitas a sus retoños y tendrá que entrar a una terapia familiar y asistir al sicólogo. Se trata de dos programas de apoyo, uno de carácter familiar y otro para controlar su ira. Esa ondita.