Diez peritos de la Policía de Investigaciones destinaron tres horas para periciar la parrilla que usaron los participantes del cocido de telerealidad de Canal 13. ¿La razón? El brutal culebricidio que terminó con el reptil asado y devorado por los hambrientos cabros.
A los creativos de Año Cero se les ocurrió que los participantes debían alimentarse de todo aquello que les proporcionara la Pachamama, ya que ésa era la propuesta "extrema" de la pomada, para lo cual los participantes cocinaron arañas, mataron chanchos y todo lo que se moviera.
Pero no se percataron que lo de la bicha era un delito, ya que la culebra está protegida por la ley. Ante tamaño acto criminal, los animalistas pusieron el grito en el cielo y reclamaron por todos lados, situación que llegó a la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medioambiente y Patrimonio Cultural (Bidema).
Los polis se comunicaron con la Fiscalía Oriente para obtener la orden de investigar, sin denuncia previa, y el 18 de enero se dejaron caer en la hacienda estudio en Calera de Tango para realizar un completo estudio de la escena del crimen y determinar a los culpables.
Producto del numerito y los pataleos de los animalistas, el Ministerio Público decidió abrir una investigación que terminó con el director Sergio Nakasone y la integrante de su equipo Claudia Romero, formalizados por la infracción a la ley de caza de nuestra legislación.
En la última audiencia del caso la fiscal Maritza Navarrete determinó llegar a un acuerdo con el 13. Para eso, la estación se comprometió a realizar un reportaje, el cual tendría que ser elaborado por el periodista Alipio Vera y de unos 5 minutos de extensión.
Finalmente, el tema no tan solo terminó en los tribunales ya que hasta el Consejo Nacional de Televisión los multó con casi 4 millones de pesos.