"Titanic", una de las películas más taquilleras de todos los tiempos y que lanzó a la fama a Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, cumple 20 años. Y lo hace convertido en un emblema de las películas de desastres y del cine más romántico y apasionado.
Esta cinta de James Cameron sólo se puede medir a partir de magnitudes descomunales. Así lo demuestran sus 2.187 millones de dólares recaudados. Cifras que la sitúan como la segunda película más taquillera de la historia. Sólo por detrás de "Avatar" (2009), también de Cameron y que ostenta el récord absoluto con 2.788 millones.
Sus 200 millones de presupuesto también la colocaron, en su momento, como la película más cara de la historia. Pero el esfuerzo gigantesco de este proyecto tuvo su recompensa. No sólo con la pasión de los jóvenes de los años 90, que quedaron marcados por "Titanic", sino también por los 11 Óscar que recibió, incluyendo los de mejor película y director.
Estas 11 estatuillas continúan siendo el récord para una película. Honor que "Titanic" comparte con "Ben-Hur" (1959) y "The Lord of the Rings: The Return of the King" (2003).
ROMANCE DEL TITANIC
Más allá de cifras y logros, "Titanic" quedó en la memoria del público por el inolvidable romance entre Jack y Rose. Interpretados por Leonardo DiCaprio y Kate Winslet, respectivamente. También por la espectacular recreación del hundimiento del transatlántico. El que tuvo lugar entre el 14 y el 15 de abril de 1912 tras chocar con un iceberg y que causó más de 1.500 muertos.
"Titanic" convirtió a DiCaprio y Winslet en dos de los intérpretes más requeridos y respetados de Hollywood. Él gano el Óscar por "The Revenant" (2015) y se convirtió en el actor fetiche de Martin Scorsese. Ella brilló en filmes como "Eternal Sunshine of the Spotless Mind" (2004) antes de llevarse la estatuilla por "The Reader" (2008).
RECORDAR
La fascinación por "Titanic" continúa entre los fanáticos. Tanto así que este año se estrenó un documental de National Geographic en el que Cameron abordaba los aciertos y fallos de la película a la hora de representar de manera fidedigna lo que sucedió.
Y, por encima de todo, continúa entre el público el debate sobre si había hueco para Jack en la tabla sobre la que se salvó Rose de morir congelada.
"Antes de filmar la película, el año anterior, habíamos hecho unas 12 inmersiones al barco. Revisado todo tipo de cosas que no se habían explicado por la sabiduría convencional de la comunidad del Titanic. Lo que pusimos en pantalla fue un compuesto entre lo que se sabía. Lo que se había aceptado y un montón de ideas nuevas que eran un poco radicales", aseguró el director.
Obvio que durante el rodaje de la cinta hubo escenas que exigieron al máximo a los protagonistas de la película. El mismo Cameron recuerda cuál fue la más difícil de grabar.
"La escena en la que Jack y Rose son arrastrados por una puerta de metal que los sigue mientras cientos de toneladas de agua se vienen detrás de ellos, era peligrosa. Había algo que me decía que algo podía salir mal. Caminé durante 20 minutos el set donde la hicimos para darme cuenta de que todo estaba en orden antes de rodar. En el último segundo decidí ponerles a ellos y a los extras cables de seguridad para que fueran lanzados fuera del set de la manera más segura", dijo el cineasta.
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¿Se pudieron salvar Rose y Jack?
Uno de los momentos más relevantes de la película es cuando Rose y Jack quedan a la deriva. Él decide salvar la vida de su enamorada colocándola sobre un trozo de madera. El tema que aún da vuelta entre los fanáticos es que perfectamente el hombre podía subirse al improvisado salvavidas y darle un final feliz a la historia.
El director de la película aseguró que por una opción "artísticas" decidió matar al galán. "La película es sobre la muerte y la separación. Él tiene que morir (...). Es arte y las cosas suceden por motivos artísticos, no por motivos físicos", sostuvo el cineasta. Además detalló cómo fue grabar tan inolvidable escena.
"Yo estaba en el agua con la pieza de madera, colocando a la gente sobre ella durante aproximadamente dos días. Estudiando con exactitud si era lo suficientemente boyante como para que soportara el peso de una persona con espacio libre completo. Lo que significa que su cuerpo no estaba inmerso en el agua para que pudiera sobrevivir las tres horas que duró hasta que llegó el barco de rescate", comentó.