El actor Gustavo Becerra, conocido por ser el popular frutero de una conocida marca de jugos, dio el gran salto: Junto a un par de yuntas será el timonel del Teatro Alcalá, escenario fijo de obras erótico-chistosas y que por años dirigió Rosita Nicolet.
"Es como pasar del puesto de frutas a ser el dueño del supermercado", detalla el comediante frente al desafío que tiene, junto a Andrés Alvarado y Andrés San Martín, como nuevos caporales del Teatro Alcalá (Loreto esquina Bellavista) donde refrescarán la oferta para atraer al choclón familiar y estudiantil.
- ¿Rosita Nicolet ya no será la gran casera del teatro?
- Rosita seguirá siendo la dueña, nosotros le arrendaremos el teatro. Ella está cansada, los medios no han sabido valorar su aporte y dentro del gremio hay mucha crítica por hacer teatro comercial.
- ¿Y ya recibiste la bendición de la petazeta?
- Sí, fue muy emotivo. Me dijo, mijo, ¿seguro que podrá hacerlo?, jejejé. Ella es como mi madre teatral.
Becerra garantiza que el escenario seguirá siendo una picada imperdible a la hora de ir a reírse y soltar tensiones. Como muestra de ello el cabro dio el vamos a la nueva etapa con la temporada de su obra Dando Jugo, donde lo secundan las ricuras Yamila Reyna y Catalina Correa. "La obra tiene un poco del espíritu revisteril, con stando up comedy (monólogos) y el varieté", detalla el rechoncho.
-¿Te imaginas siendo competencia revisteril de "Che" Copete o Coco Legrand?
- He tenido la suerte de trabajar con ellos y me gustaría ser un punto medio entre los dos, pero eso es algo que quizás pueda lograr de aquí a cinco o diez años.
- ¿Qué has aprendido de tremendos mentores?
- Ellos tienen una inteligencia emocional para enfrentar el trabajo empresarial. Hacen cosas distintas, pero a los dos les va muy bien.
- Supimos que tocas instrumentos en la obra.
- Sí, llevo tiempo metido en la música y me encanta la comedia musical, ya hace tiempo he venido haciendo piezas de teatro cabaret.
-¿Algún musical que tengas entre ceja y ceja?
- Tengo intenciones de armar una producción chilena, no reeditar otras cosas. Creo que Chile necesita obras que sigan la línea de La Negra Ester y otros más.