Andreíta I nos dejó con los ojos como huevo frito cuando lució sus curvas abusadoras en la piscina olímpica del Hotel 0'Higgins. Ni hablar del manso piquero que se tiró. Nos salpicó a todos.
Se trata de una de las escenas que todavía permanece en la retina de los califas apóstoles que llegaron al tradicional piscinazo con que la reina electa del Festival se refresca y asume en gloria y majestad su corona.
Fue cosa que se sacara la bata para dejarnos con el periscopio afuera. Y para sincerar la cosa, que tire el primer flashazo el que no cruzó los dedos para que se le escapara una presita. Estaba todo dado para el éxito, pero el Pulento dijo otra cosa. Lo bueno es que siempre hay revanchas.
Cuento corto y ahora que entramos en tierra derecha en la carrera por el cetro más deseado del mapamundi, nos comunicamos con la rica e inteligente Andrea Dellacasa, que el 2011 se llevó los honores y una corona que guarda como hueso santo en el closet, justo arriba del cajón donde están planchaditos y bien olorosos sus colaless con poco uso.
- Andreíta, con mucho respeto, está tomando sol en este minuto...
- Así es. Sos un adivino.
- Si quiere la invito a frotar la bolita.
- Pero qué fresco, jajajá...
- Y anda con una tanga diminuta me dice la bolita...
- Sí.
- ¿Se puede echar bronceador mientras hablamos?
- Dale...
- Partimos de arriba para abajo, ¿me copia?
- Estoy siguiendo tus instrucciones...
- Antes de seguir déjeme ir a buscar una cubeta de hielo... Ya no doy más del calor.
- ¿Aló?, ¿sigues ahí o te fuiste?, ¿aló?
- Volví. Que rico. Ahora entremos al área chica, ¿qué recuerdos tiene de su coronación en 2011?
- Fue maravilloso. El cariño de la gente, el equipo que me apoyó, las locuras que hicimos fue un recuerdo imborrable, lo pasamos y lo pasé muy bien.
- Y se acuerda cuando salió casi a potope para lanzarse el piquero...
- Síiii... Sabes, después del piquero creí que estaba desnuda.
- Nosotros también. Perdí hasta una luca.
- Ese podría ser mi consejo para la próxima reina, que se cuide a la hora del piscinazo, mira que se te puede escapar alguna cosita. Y lo otro, es que les haga mucho cariñito a los periodistas.
- A ese punto quería llegar, ¿sigue echándose cremita?
- Sí.
- ¿En qué parte del cuerpo está?
- En la guatita.
- Voy para allá. Nos vemos... Chao jefe.