Combos iban y combos venían. No es que estemos recordando parte de la tradicional y recordada rutina de los Dinamita Show. Esto ocurrió la madrugada del lunes sobre el escenario de la Quinta Vergara.
Cuando Yandel ya había terminado su canturreo y el Monstruo no estaba, los técnicos del Festival comenzaron a preparar todo para montar lo que sería el show de Ricardo Arjona.
El tema es que la infraestructura escenográfica y técnica que usa el guatemalteco es complicada, muy grande y requiere su tiempo para que esté instalada. Tanto así que ya había antes de la partida de la fiestoca de la Ciudad Jardín varios elementos que estaban en el backstage técnico.
La cosa es que esa madrugada aparecieron los técnicos del cantautor para montar. Llegaron como "patrones de fundo", según relató un testigo que contó a La Cuarta lo sucedido. "Daban órdenes, exigían cambiar la disposición de algunas cosas que no se podían tocar porque trastocaría todo el funcionamiento posterior del Festival. Se le trataba de explicar la situación, pero no escuchaba".
Los blablá comenzaron a subir de tono. Mientras los de Arjona exigían y encaraban, los de Chilevisión se negaban terminantemente. De pronto salió un tatequieto, luego un empujón, y otro tatequieto iniciándose así un conato.
Fueron minutos muy tensos. Cada uno defendía su feudo, y lo hacían con vehemencia. El problema era que la instalación completa de la escenografía impedía los movimientos para instalar otros equipos.
Bueno, cuando las cosa se estaba convirtiendo en ring, intervinieron los caporales de ambos bandos. Se calmaron los ánimos, se conversó con papeles en mano, con los mails técnicos que se habían intercambiado y la decisiones que se habían tomado para evitar este atado.
Averiguando, se supo que el contacto técnico de Arjona que sabía lo que había que hacer, no llegó en el lote de avanzada, y el que estaba de líder no sabía de los acuerdos, y quería montar como su todo el escenario fuera de ellos.
Y después del show se vino la tembladera
Pasadas dos horitas de la presentación del guatemalteco en la Quinta Vergara, al largo calcetín de tierra que es Chile le volvió la memoria telúrica, esa de los temblores y chancacazos.
Claro, porque a un sismo de menor intensidad, seguido de una fuerte sonajera subterránea se produjo en la zona central.
El fenómeno se registró a las 02.14 horas y fue percibido en las regiones Metropolitana y de Valparaíso, de acuerdo a sapeos en redes sociales.
Según el reporte preliminar del Centro Sismológico Nacional (CSN), el temblor alcanzó magnitud 4,9 grados en la Escala de Richter. O sea, que no fue poquita cosa: la Pachamama se puso a galopiar.
El epicentro fue situado 58 km al noroeste de Valparaíso, según el organismo especializado, lo que puso entero de aterrados a los que presenciaban la actuación de Reik en la Quinta Vergara.
Y ojo, que poco más de 40 minutos antes se había producido otro temblor de menor intensidad que tuvo epicentro al norte de Huasco, en la Región de Atacama.
Como para asociar el fenómeno Arjona a los sacudones de tierra en esta fotocopia feliz del Edén. ¿No?